sábado, 27 de agosto de 2022

Un momento... Para obtener lo mejor de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

Para obtener lo mejor de Dios. 

 

 “El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. Él cumple los deseos de los que lo honran; cuando le piden ayuda, los oye y los salva.” (Salmo 145. 18, 19)

 

Ayer vimos que la idolatría consiste en darle a una persona u objeto el lugar que solo Dios merece, lo cual impide que disfrutemos de lo mejor que Dios tiene para nuestra vida.

La Palabra de Dios también nos advierte acerca de los obstáculos que nos impiden recibir las bendiciones de Dios.

Como seguidores de Cristo, tenemos la oportunidad de orar y pedirle lo que necesitamos: “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también.” (Filipenses 4.6).

Pero, lamentablemente, muchos cristianos no lo hacen. Algunos sienten que no tienen tiempo para orar y otros sólo hablan con Dios usando frases que se han aprendido de memoria y que no son genuinas, ni expresan sus deseos.

Debemos acercarnos a Su trono, trayendo ante ÉL nuestras necesidades con un espíritu humilde: “De la misma manera, ustedes los jóvenes sométanse a la autoridad de los ancianos. Todos deben someterse unos a otros con humildad, porque: «Dios se opone a los orgullosos, pero ayuda con su bondad a los humildes.» Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo.” (1 Pedro 5. 5,6).

Tenemos que anhelar hacer Su voluntad por encima de todo, incluso cuando pensemos que lo que deseamos es lo que más nos conviene. Dios siempre nos dará lo mejor.

Además, la Biblia nos exhorta a venir ante el Señor llenos de fe: “Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad.” (Hebreos 4.16); “Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro.” (Santiago 1. 6).

Esto significa que cuando oramos buscando la voluntad de Dios, tenemos que estar seguros de que nos contestará. En Isaías 64.4 se nos recuerda que nuestro Padre celestial siempre hace milagros a favor del que “en ÉL espera”.

El deseo de nuestro Dios es derramar bendiciones sobre la vida de Sus hijos. No permitamos que nuestra falta de oración nos impida disfrutar de ellas. Expresemos nuestras necesidades en oración de una manera específica y llena de fe. Después, sometamos nuestra voluntad a la de Dios, y esperemos con paciencia. ÉL es fiel y lo comprobaremos en nuestra vida.

Dios les bendiga abundantemente.

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