jueves, 25 de agosto de 2022

Un momento... ¡Confiemos no desistamos!

 


UN MOMENTO CON DIOS

¡Confiemos no desistamos!

 

 “Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día. Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hace, le sale bien! (Salmo 1. 1 – 3)

 

Cuando todo salga mal y ya intentamos todas las alternativas,

no nos desesperemos… Dios proveerá de una solución.

Él es un Dios fiel y nos guardará de todo mal.

¡Los momentos difíciles no son eternos!  Son como tempestades, sólo duran un momento. Miremos hacia atrás y veamos cuántas cosas peores ya pasamos y superamos.

Algunas veces necesitamos las tribulaciones en nuestra vida para hacernos madurar. Por tanto, ¡Animémonos!

Cuando estemos tristes, miremos al cielo y fijémonos. ¡Cuán grande es!

Si Dios fue capaz de crear el cielo,

¡Imagínenos resolver nuestros problemas… que son tan pequeños comparados con una obra tan grandiosa como es el cielo!

Nuestros problemas NO son mayores que el poder de Dios.

Hagamos como los atletas de las Olimpiadas. Aunque no consigan llegar en primer lugar, ¡luchan por llegar hasta el fin!
Por lo tanto, no desistamos de nuestros ideales.

Luchemos hasta el fin, no desistamos a la mitad del camino, digamos:

 “¡Vamos a vencer!”

Si estuviéramos tristes, ¡lloremos!, ¡aliviemos el alma! Pero ¡Jamás dejemos que la tristeza nos venza!

Jesús dice: “¡Alégrate! ¡Ten buen ánimo que Yo estoy contigo!”

¡Busquemos a Dios con todo el corazón!

Recordemos que buscar a Dios es una búsqueda constante, diaria.

Dios tiene una solución para tus problemas.

¡¡¡Para Dios nada es imposible!!!

Busquemos amigos que nos hagan crecer personal y espiritualmente.

¡Tengamos sueños!

Es en nuestros sueños que Dios nos revela su infinito poder.

¡Nunca dejemos de soñar! ¡Tengamos objetivos!

En el recorrer de nuestra vida encontraremos personas que serán como “agua fría “Dirán que somos incapaces… ¡que es imposible!

Dirán que aquello que tanto anhelamos no es para nosotros.

¡No desistamos, el Dios que servimos es el Señor del Universo!

Y tengamos la certeza que días mejores vendrán. Y todo tiene un propósito en nuestra vida. Nada es por casualidad.

Entreguemos nuestros pasos al Señor, confiemos en Él y Él nos guiará.

Dios les bendiga abundantemente.

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