UN MOMENTO CON DIOS
Evitemos la tolerancia
“Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.” (Proverbios 2. 6)
Aunque la tentación de
claudicar en nuestra postura amenaza a todo creyente, no tenemos que ceder ante
ella. Si somos conscientes del peligro, y entendemos las consecuencias finales,
podemos tomar la decisión de estar vigilantes en obediencia al Señor.
El primer paso para combatir
esta situación es entender por qué es tan tentadora. Es fácil ceder ante la
presión de los demás para que tomemos parte en lo que sabemos que Dios ha
prohibido, pues es natural querer evitar el rechazo.
Pero cualquiera que esté decidido
a agradar a Dios, debe estar dispuesto a soportar persecución (2
Timoteo 3. 12).
Otras veces aceptamos
actividades que violan nuestra conciencia, sólo para evitar el conflicto, pero
lograr la paz no debe ser a costa de sacrificar la obediencia a Dios.
Sin embargo, esta tentación no
siempre viene de los demás. De hecho, Santiago 1. 14 dice que somos atraídos cuando nos
dejamos llevar por nuestra propia concupiscencia.
¿Cuántos cristianos han caído
en inmoralidad sexual o pornografía al ceder ante una segunda mirada?
La codicia también nos lleva a
cambiar nuestra postura. Ya sea que mientas en nuestra declaración de
impuestos, o nos apoderemos de objetos de nuestro lugar de trabajo, nos salimos
de los límites de la obediencia a Dios. Basemos nuestras decisiones en la
verdad bíblica, no en sentimientos ni deseos.
Para permanecer firmes y no
ceder ante otras posturas, debemos hacer de la Biblia, nuestro manual de
conducta.
Si comenzamos cada día
meditando en su Palabra, Dios guiará nuestros pasos. Cuando el Espíritu Santo nos
dé una advertencia, obedezcamos de inmediato, pues ceder ante la tentación nos
abre una puerta a satanás.
¡Tengamos cuidado!
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario