martes, 8 de septiembre de 2020

Tiempo... Salmo 40. 1 - 2

 


TIEMPO DE REFLEXIÓN

 

“Pacientemente espere a Jehová, y se inclinó a mí; y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezo mis pasos”. Salmo 40. 1 – 2.



Muchas veces nos desesperamos pues estamos pasando por diferentes tribulaciones o circunstancias que nos agobian y nos hacen desmayar, llegando por un momento a desconfiar de DIOS, como si Él nos hubiese abandonado. Pero que lejos de la razón estamos, siempre que estemos pasando por diferentes pozos o estemos hundidos en el lodo, Él está ahí para tendernos su mano y sacarnos.
La vida está llena de “pozos”: la traición, el desánimo, el resentimiento, el rechazo, la envidia, el celo, la confusión, la duda, el engaño, el mal que cometen contra nosotros, y otras causas.

Estas cosas que hacen que mengüemos en nuestra fe, y que además el enemigo utiliza, para demostrar que él anda como león rugiente.
El salmista, el Rey David compuso este salmo en tiempos de prueba, donde  era asediado por el Rey Saúl a causa de su celo enfermizo contra él. 
David experimento la ayuda de DIOS en tiempo de desgracia, esto lo motivo alabar a DIOS y a ejercitar su Fe, recuerde que después de la tempestad viene la calma, pues la bondad de DIOS está con todos los que confían en Él.

La desesperación no nos permite ver que DIOS está con nosotros en medio del conflicto listo para ayudarnos y demostrarnos que Él puede hacer lo imposible por nosotros.

Nos hace perder la objetividad del problema, nos hace tambalear, y en vez de pararnos firmes ante el problema, nos hundimos en la preocupación, que es el lodo cenagoso.

 Cuando más lejos creemos que DIOS esta es cuando más cerca esta Él de nosotros, y Él comienza a manifestarse llevándonos hacia Su verdadero propósito.  
En medio de las circunstancias adversas que han venido a nuestra vida DIOS va cambiando todo y hace que su bendición te haga olvidar todo el trabajo y a todo aquel que ha provocado algún pozo en nuestra vida, porque Él nos hace prosperar, aún en medio de la aflicción, solamente tenemos que confiar.
Él te bendice y hace que seas de bendición aun para aquellos que se han levantado contra ti.
El sueño de José era un sueño de DIOS, y se cumplió a pesar de las muchas aflicciones que él tuvo que pasar.

(Génesis 41. 37 – 57).
Como José hubieron otros hombres en la Biblia que también tuvieron sus luchas pero que DIOS siempre se mantuvo al lado de ellos, dándole la victoria.
Ninguno de estos hombres se detuvieron para mirar la circunstancia adversas, ni el ataque del enemigo sino que avanzaron en Fe para poder divisar en el horizonte, el verdadero propósito de DIOS, porque Él pelea nuestras batallas y hace emboscada al enemigo cambiando nuestra derrota en victoria, el pone nuestros pies sobre peña y endereza nuestros pasos.
Permitamos, que DIOS restaure nuestros sueños que otros han querido destrozar, que Él sane todas aquellas heridas que provocaron en nosotros una honda desesperación, que Él prepare y perfeccione nuestro carácter para hacernos mejor y podamos estar listos para tomar lo que DIOS nos tiene preparado, para usarnos como vasijas de honra, así como uso a José para que el pudiera darle provisión a su pueblo.

El salmista reconoce que DIOS, no solo es el que lo rescata del pozo, sino que  es el que lo pone en lugar firme y endereza sus pasos.

Cristo es la única Roca sobre la que nuestra vida puede estar firme. Donde DIOS ha dado una esperanza sólida, quiere ver un andar y una conducta regular y constante.

DIOS llenó con gozo y paz al salmista cuando creyó. Hay multitudes que por fe han contemplado los sufrimientos y la gloria de Cristo, y han aprendido a temer la justicia, y a confiar en la misericordia de DIOS por medio de Él. Muchos son los beneficios con que nos carga diariamente la providencia y la gracia de DIOS.

Él tiene un propósito definido para cada uno de nosotros, solamente tenemos que creer y tener paciencia para esperar el tiempo de DIOS.

Dios les bendiga abundantemente.

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