jueves, 19 de diciembre de 2019

Tiempo... Génesis 49. 14 - 15



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Isacar es un animal de carga que descansa en sus establos. Cuando vio que el país era bueno y agradable para descansar, dobló su espalda para llevar carga, y sin protestar se hizo esclavo”.  Génesis 49. 14 – 15


En la actualidad nos parece que la referencia a “asno” es un insulto, pero para el mundo antiguo, estos animales significaban un gran recurso.  Estos eran usados para transporte y carga, al estilo de un carro o un camión el día de hoy.
En la distribución de territorios luego de la conquista, a la tribu de Isacar le fue dado un territorio muy fértil en el valle al sur del mar de Galilea.  Era una tribu trabajadora y próspera, que sabía llevar sus cargas, como el asno fuerte.
La tribu de Isacar siempre fue fuerte, y apoyó a sus hermanos cuando lo necesitaban.  Ellos apoyaron a Débora cuando pidió ayuda contra el enemigo.  También apoyaron a David cuando Saúl lo perseguía; en ese tiempo, ellos también colaboraron con alimentos para los guerreros.
Lo más notable de los hijos de Isacar está escrito en el libro de las Crónicas 12.32.  De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer, sus jefes eran 200; y todos sus parientes estaban bajo sus órdenes.
Debido a su dedicación al estudio de la Torá, ellos se volvieron en expertos en “discernir los tiempos”. 
Conocían la Palabra, y sabían lo que Dios quería de ellos. Jesús hizo referencia a lo que significa discernir los tiempos.
Mateo 16.1 – 4: “Entonces los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús, y para ponerle a prueba le pidieron que les mostrara una señal del cielo. Pero respondiendo El, les dijo: Al caer la tarde decís: "Hará buen tiempo, porque el cielo está rojizo." Y por la mañana: "Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojizo y amenazador." ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no podéis discernir las señales de los tiempos? Una generación perversa y adúltera busca señal, y no se le dará señal, sino la señal de Jonás. Y dejándolos, se fue”.
Discernir los tiempos no tiene nada que ver con el clima, sino con los tiempos de Dios.  Implica sintonizarnos con la agenda de Dios.  Esto viene por el estudio profundo de la Palabra de Dios.
Eso era importante antes y lo es hoy en la actualidad también, saber entender los tiempos de Dios es fundamental para nuestras vidas pero también para comprender lo que nos toca vivir en la realidad del mundo que nos rodea, para no dejarnos influenciar por lo que vemos y sí tener siempre la mirada puesta en Dios.
Dios les bendiga abundantemente.

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