sábado, 17 de febrero de 2018

Leyendo... Salmo 149


LECTURA DIARIA:
Salmo 149

Igual que los tres anteriores este Salmo empieza y termina con ¡Aleluya!
Si Dios constantemente está actuando en su pueblo, siempre hay motivos para nuevas alabanzas. 


Podemos alabar a Dios en todo momento, pero no hay sustituto para la alabanza del pueblo unido.
Si creemos que Dios nos ama, y si le amamos a él, entonces esta experiencia de comunión con él es un tiempo de gran alegría. La mención de danzas y pandero indica la celebración de victoria, se involucran las emociones en tal celebración. Los salmos enseñan la integración de la doctrina y la experiencia, el conocimiento y las emociones. El pueblo se goza adorando y también Dios se agrada de su pueblo.
A Dios le interesa cada uno de los seres humanos; pone cuidado especial en los humildes. Dios da victoria a su pueblo.
Desafortunadamente este Salmo ha sido usado por “cristianos” para promover la “guerra santa”. El mismo Nuevo Testamento aplica estos pasajes pero habla en el sentido de una batalla espiritual.
Pablo dice que nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales (Efesios 6.12). Dice que las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 de Corintios 10.4). Así, llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo (2 de Corintios 10.5).
En este sentido podemos unirnos al salmista para exaltar a Dios y usar nuestra espada de la Palabra de Dios y las armas espirituales contra las fuerza malignas. Así también celebramos su victoria y su esplendor para todos sus fieles.

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