jueves, 1 de febrero de 2018

Leyendo... Salmo 133



LECTURA DIARIA:
Salmo 133

Este Salmo destaca la armonía y el amor fraternos. La intención del salmista es hablar de hermanos en el pueblo de Dios.


Probablemente fue cantado cuando los israelitas iban caminando a las fiestas en Jerusalén. Realmente es bueno y es agradable cuando los hermanos en el pueblo de Dios se aman y viven en armonía.
Las dos metáforas que se usan enfatizan lo agradable y beneficioso de tal armonía. Quizá a nosotros no nos parece un cuadro tan agradable pensar en aceite cayendo sobre la cara, la barba y la ropa de un sacerdote. Pero hemos de recordar dos cosas: primera, en un lugar seco y en parte desértico, el aceite siempre era refrescante, pues aliviaba la piel seca. Además, el salmista está pensando en el aceite de la unción con que fue ungido el sumo sacerdote.
La otra figura del rocío también es agradable y refrescante, especialmente en un país semi desértico.
Hermón es el monte más alto de Israel; fue conocido por el rocío que caía. El monte de Sion estaba muy lejos de Hermón, pero el salmista no puede dejarlo afuera cuando habla de la bendición de Dios. El rocío afecta a todos, los cubre a todos, tanto a los grandes como a los pequeños.
Esta armonía, esta bendición desciende de Dios y afecta a todo el cuerpo y a todo el pueblo.
El Nuevo Testamento también destaca la importancia del amor y la armonía en la iglesia. Dios quiere esta unidad armoniosa, la bendice y la señala como prueba de la vida eterna.

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