domingo, 4 de febrero de 2018

Leyendo... Salmo 136



LECTURA DIARIA:
Salmo 136

Este Salmo recoge mucho del contenido del Salmo 135 pero lo presenta en forma más litúrgica. 


Probablemente el salmo fue cantado antifonalmente con la congregación cantando el estribillo y un coro de levitas la otra parte.
Se encuentran en el Salmo muchos ecos de Deuteronomio y otros pasajes del AT. El pueblo alaba a Dios porque muestra su gran amor para con su pueblo a través de la creación y sus actos salvíficos en la historia.
Un propósito del Salmo es mantener en la mente de los adoradores la historia de los grandes hechos de Dios a favor de su pueblo.
El salmista empieza con un triple mandato y llamado a la adoración. Hemos de alabarle porque es bueno. Realmente Dios es bueno, siempre quiere lo mejor para los seres humanos; nunca es caprichoso. Todo el Salmo celebra los hechos de Dios que muestran cuan bueno es.
El salmista enfatiza la supremacía de Dios sobre todo lo que pueda señorear sobre el hombre.
Como Dios demostró su amor en el pasado, y ahora sigue amando a su pueblo. Fue por amor que Dios hizo un pacto con Israel. Y por amor sigue cuidando su pueblo.
El único que hace grandes cosas sanas cuyo resultado es positivo y duradero es Dios. Los poderes malignos pueden imitar algunas cosas, pero los resultados serán funestos.
La creación muestra la misericordia de Dios; también muestra su sabiduría.
La Biblia pone mucho énfasis en la historia porque Dios actúa en la misma.
El amor de Dios no se limita a Israel; él se interesa en toda criatura.
El salmista vuelve al llamado del principio; este Dios de tanto amor merece toda la alabanza de todos los seres humanos en todo el mundo.

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