lunes, 8 de agosto de 2016

Leyendo... Éxodo capítulo 39

La imagen puede contener: una o varias personas, personas de pie y texto
LECTURA DIARIA:
Éxodo capítulo 39

Los sacerdotes tenían que usar cada día un uniforme para el tabernáculo. Algunas de las piezas del uniforme no sólo eran hermosas sino significativas. Dos partes del vestuario del sumo sacerdote eran el efod y el pectoral. El efod se asemejaba a un chaleco y se llevaba sobre la ropa exterior. El pectoral estaba unido al efod y algunas veces se le llamaba efod. El pectoral era hecho con linos de colores de casi 22 cm2. En su frente había doce piedras preciosas, cada una de ellas llevaba inscrito el nombre de una tribu de Israel. Esto simbolizaba que el sumo sacerdote representaba a todo el pueblo ante Dios. El pectoral también contenía bolsillos que tenían dos piedras o platos llamados Urim y Tumim. De alguna manera el sumo sacerdote podía determinar la voluntad de Dios para la nación al consultar el Urim y el Tumim
En Éxodo 39, aprendemos que toda la obra fue hecha como Dios había ordenado a Moisés. La esencia de todo servicio es la obediencia, y la prueba de todo lo hecho es si se conforma, o no, al pensamiento revelado de Dios. Jehová había dado ciertas instrucciones a Moisés, y había enseñado a Sus siervos para la obra; y, como consecuencia, la única pregunta con respecto a su trabajo, cuando se completó, fue, ¿corresponde en cada detalle al modelo dado? El Espíritu de Dios ha respondido esta pregunta, afirmando no menos de diez veces en este capítulo, que la obra fue ejecutada tal como Dios había ordenado a Moisés. (Éxodo 39. 1, 5, 7, 21, 26, 29,31, 32, 42, 43).
Ellos, por tanto, cumplieron con su responsabilidad hacia Dios, y, por consiguiente, recibieron Su aprobación y elogio en esta declaración repetida y significadora: que toda la obra de ellos se caracterizó por la obediencia. Esto proporciona el importante principio de que todo lo que reclama ser de Dios debe someterse a ser probado por la Palabra de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario