jueves, 4 de agosto de 2016

Leyendo... Éxodo capítulo 35

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LECTURA DIARIA:
Éxodo capítulo 35

En este capítulo Dios le recuerda siempre al pueblo el fin y el objeto de todos sus modos de obrar para con ellos; a saber, entrar en Su reposo. Este era el fin propuesto, independientemente de cuan imposible llegase a ser para ellos alcanzarlo debido a su incredulidad. Por eso es que el día de reposo se encuentra de nuevo en este lugar, así como se lo encuentra siempre cuando alguna nueva relación se forma entre Dios y el pueblo. Llega a ser así una especie de prefacio al relato de la construcción del santuario.
Acto seguido, Moisés proclama el deseo de Jehová de recibir una ofrenda de Su pueblo una ofrenda de varios materiales necesarios para la hechura del Tabernáculo.
Cuando los hebreos salieron de Egipto, tomaron con ellos el botín de la tierra, todo el botín que pudieron cargar. Esto incluía oro, plata, joyas, lino, pieles y otros valores.
Moisés pidió a las personas que tuviesen diferentes talentos que lo ayudaran con el tabernáculo.
Aquellos que cosían y que hilaban hicieron una hermosa contribución al tabernáculo.
DIOS llenó a Bezaleel con el Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, y en todo arte; y Él puso también en su corazón que pudiera enseñar, tanto él como Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan.

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