LECTURA
DIARIA:
Génesis
capítulo 49. 8 – 13. Bendición a Judá y Zabulón
Los primeros
tres hijos de Jacob recibieron palabras que parecían más “maldiciones” que
bendiciones. El cuarto hijo, Judá, fue el primero que recibirá una
bendición positiva.
Los dos hijos
que recibieron una bendición más larga fueron Judá y José. Esto se debía
a que entre ellos Jacob dividió los derechos de primogenitura.
Ya habíamos
visto que a Rubén, quien era el primer hijo, le fue quitado sus derechos de
primogenitura. En Crónicas vemos claramente que Jacob reconoció como
primogénito a José, dándole la doble porción y el nombre, pero a Judá se le
concedió autoridad en la familia.
La bendición
de Judá está relacionada con su nombre (Génesis 29.35). En hebreo su nombre
es Yehuda, que significa “alabado”.
Jacob
profetizó que sus hermanos iban a reconocer su posición de liderazgo entre la
familia. De hecho, Judá comenzó a mostrar sus dotes de líder cuando los
hermanos fueron a Egipto a comprar alimentos. El fue quien habló con
José, y quien se hizo responsable por Benjamín.
Más adelante
en la historia, la tribu de Judá tomará también el rol de cabeza de una forma
literal. En la organización de tribus en el desierto, la tribu de Judá es
la que iba a la cabeza en la marcha (Números 10.12-14). También ellos
eran la punta de lanza en las guerras de conquista, no sólo en el tiempo de
Moisés y Josué, sino que también después.
En la
profecía de Jacob también decía que Judá iba a poner “su mano en la cerviz de
sus enemigos”. Esto se cumplió en tiempos de David y Salomón, reyes de la
tribu de Judá, en cuyo reinado se expandieron las fronteras de Israel hasta su
máxima alcance.
En la
bendición, Jacob compara a Judá con un cachorro de león.
El león
comienza como cachorro, pequeño e inmaduro, así era Judá. Pero ese
cachorro se convierte en León. Y del linaje de Judá vendría el Mesías,
Yeshua, quien se le conoce en la
Biblia como “el León de Judá” (Apocalipsis 5.5).
En su
bendición a Judá, Jacob profetizó que sus descendientes iban a ser reyes.
El primer rey
de Israel proveniente de la tribu de Judá fue David (2 de Samuel 5.1-5).
Dios hizo un pacto con David, prometiéndole que todos los reyes de Israel
vendrían de su linaje.
Si uno ve el
territorio que efectivamente le fue asignado a la tribu de Zabulón en tiempos
de Josué, se pensaría que Jacob se equivocó, ya que sus fronteras no tocaban
con el Mar Mediterráneo ni con el Mar de Galilea. Más bien le fueron
asignadas las tierras del Valle Jezreel, que están entre las más fértiles de la
región.
Aunque tardó
en llegar, el cumplimiento de la profecía de Jacob se cumplió años
después. La bendición que Moisés le dio a esa tribu está relacionada con
el cumplimiento de la visión que Jacob tuvo de su hijo y sus descendientes.
Zabulón
recibió la bendición de Moisés junto con Isacar.
Estas dos
tribus eran vecinas, y estaban localizadas en el valle central de Israel
(Jezreel), uno de los más fértiles de la región.
Ninguna de
las dos tribus tenía acceso directo al mar. En realidad, se encuentraban
entre el Mar Mediterráneo y el Mar de Galilea, con otras tribus separándolas
del mar. Sin embargo ambas poblaciones recibieron bendiciones
relacionadas con el mar. A través de sus territorios pasaba una de las
más importantes rutas comerciales conocida como “Via Maris” (esp. Vía del Mar),
la cual conectaba a Damasco y Egipto. El paso de esta ruta comercial a
través de su territorio llevó a la tribu de Zabulón a involucrarse en el
comercio de la región.
La profecía
de Jacob para Zabulón decía que “su límite será hasta Sidón”.
Sidón era una
importante ciudad marítima y comercial a orillas del Mediterráneo. El
territorio más cercano a ella no era de la tribu de Zabulón, sino el de
Aser. El problema fue que la tribu de Aser nunca llegó a expulsar a
los cananeos que habitaban en el territorio asignado a ellos (donde hoy está
Haifa y el Monte Carmelo). Ese espacio vacío que dejó Aser, comenzó a ser
ocupado por los zebulonitas, quienes se fueron infiltrandose en el territorio
asignado a Aser, debido a su acceso al mar. La tribu de Zebulón eran
comerciantes, y el mar facilitaba el transporte. Ahora, el valle del
norte de Israel paralelo a la costa se conoce como “Valle de Zabulón”.
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