viernes, 24 de junio de 2016

Leyendo... Génesis capítulo 49. 22 - 33



LECTURA DIARIA:
Génesis capítulo 49. 22 – 33. Bendición a José y a Benjamín

Las últimas dos bendiciones de Jacob fueron dirigidas a los hijos de su mujer amada, Raquel.

La bendición para José fue una de las más largas, al igual que la de Judá.  No es de extrañar, ya que ellos dos fueron los que recibieron los derechos de primogenitura en la familia de Jacob. 
La bendición para José también estaba relacionada con su nombre.  En hebreo es “Yosef”, que significa: Él añadirá. 
Con José, el Señor añadió un hijo a la familia de Jacob.  Pero ese nombre resultó profético, porque todo lo que él tocaba, prosperaba.  La vida de José se caracterizó por ser fructífera y muy productiva, lo cual fue de gran bendición, no sólo para él sino para los que le rodeaban.  En la bendición se hace referencia a esto.
A pesar de todas las aflicciones y contratiempos que sufrió José en su vida, él nunca se olvidó de Dios.  El conocía quién era Dios, y ese conocimiento le ayudó a sobreponerse a cualquier adversidad, lo cual también está reflejado en la bendición que su padre le dio.
A José le fue dado el derecho de primogenitura, en lugar de Rubén (1 de Crónicas 5.1).  El primogénito recibía una doble porción; por ello, José recibió el privilegio de tener dos tribus.  Sus dos hijos, Efraín y Manasés, fueron adoptados como hijos de Jacob, y se les dio el derecho de formar dos tribus en el pueblo de Israel.  Ambas tribus fueron muy prósperas y fructíferas.
Manasés recibió el territorio más grande de todas las tribus, a ambos lados del Río Jordán.
Efraín recibió un territorio más pequeño, pero crucial, ya que estaba en el corazón de Israel. De esta tribu salieron líderes importantes, entre los cuales está Josué.
Cuando la nación de Israel se dividió en dos, Efraín se quedó como líder en las tribus del norte, y se llevó el nombre de Israel, el cual era el derecho del primogénito.  (El líder de las tribus del Sur fue Judá, y de allí vienen los judíos).
El problema con la tribu de Efraín es que no expulsaron a todos los cananeos de su territorio.  Ellos se quejaron con Josué por no tener suficiente territorio para el gran número de personas que tenían. 
La bendición final de Jacob para su hijo pequeño Benjamín fue la siguiente: “Benjamín es lobo rapaz; de mañana devora la presa, y a la tarde reparte los despojos”. (Génesis 49.27)
De nuevo, Jacob usa un animal como analogía para su bendición.  En el caso de Benjamín, lo compara con un lobo.  Jacob vio que su hijo tenía un espíritu guerrero.  Pero así como toda habilidad, ésta puede ser usada para bien o para mal. En el caso de Benjamín, su ferocidad corría el riesgo de ser usada en violencia, y así sucedió en tiempos de los jueces.
El territorio asignado a la tribu de Benjamín estaba localizado en un lugar estratégico, entre las dos tribus líderes: Judá y Efraín.
En su territorio se encuentran varias ciudades importantes: Jericó, Betel, Gibeón, Ramá y Mizpa, pero sin dudas la más famosa es Jerusalén.  Mucha gente piensa que Jerusalén está en el territorio de Judá, pero en realidad está en la frontera de ambas tribus, pero del lado de Benjamín.  Sin embargo, quien la conquistó de manos de los jebuseos no fueron los de Benjamín sino David, quien es de la tribu de Judá. 
No todos los hijos de Abraham ni todos los hijos de Isaac fueron incluidos en la formación del pueblo de Dios.  Pero con Jacob se termina el proceso de selección, ya que todos sus hijos fueron elegidos para formar parte del pueblo de Israel.
“Todas estas son las doce tribus de Israel, y esto es lo que les dijo su padre cuando los bendijo. A cada uno lo bendijo con la bendición que le correspondía”. (Génesis 49.28)  
Luego de bendecir a sus hijos y cumplir el propósito de su vida, Jacob expiró.
Es como si estuviera esperando la oportunidad de bendecir a sus hijos antes de morir.  Pero no murió sin antes indicarles a sus hijos dónde quería ser sepultado.

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