jueves, 23 de junio de 2016

Leyendo... Génesis capítulo 49. 19 - 21



LECTURA DIARIA:
Génesis capítulo 49. 14 – 18. Bendición a Isacar y a Dan

La bendición de Jacob para el sexto hijo comienza de una forma extraña, pero veremos que tenía un significado espiritual.

En la era moderna nos parece que la referencia a “asno” es un insulto, pero para el mundo antiguo, estos animales significaban un gran recurso.  Estos eran usados para transporte y carga, al estilo de un carro o un camión el día de hoy.
En la distribución de territorios luego de la conquista, a la tribu de Isacar le fue dado un territorio muy fértil en el valle al sur del mar de Galilea.  Era una tribu trabajadora y próspera, que sabía llevar sus cargas, como el asno fuerte.
La tribu de Isacar siempre fue fuerte, y apoyó a sus hermanos cuando lo necesitaban.  Ellos apoyaron a Débora cuando pidió ayuda contra el enemigo (Jueces 5.15).  También apoyaron a David cuando Saúl lo perseguía (1 de Crónicas 12.32); en ese tiempo, ellos también colaboraron con alimentos para los guerreros (1 de Crónicas 12.40).
Debido a su dedicación al estudio de la Torá, ellos se volvieron en expertos en “discernir los tiempos”.  Conocían la Palabra, y sabían lo que Dios quería de ellos.
Como ya mencionamos, la tribu de Zabulón era muy rica debido a su comercio.  A pesar de que eran prósperos, sabían que “no todo es dinero”.  La tradición dice que los de Zabulón valoraban mucho lo espiritual, y por eso se dispusieron a financiar a los estudiosos de la Torá, muchos de los cuales venían de la tribu de Isacar. 
Muchas de las bendiciones de Jacob están relacionadas con el nombre de sus hijos.  Dan es uno de estos casos.
Dan significa lit. “juez”.  Raquel le puso ese nombre por lo que representó su nacimiento.
Dan era hijo de la sierva de Raquel, a quien ella convirtió en concubina de Jacob para tener hijos de él.
Jacob también comparó a Dan con un animal, la serpiente.  Esta comparación no parece halagadora, pero en realidad puede ser tanto positivo como negativa.
En la historia de Israel, Dan probó ser una serpiente astuta en ambos sentidos.
Uno de los danitas más famosos fue Sansón (Jueces 13.1-5). Él era nazareo, y por ello debía estar dedicado a Dios.  El Señor lo dotó de una fuerza especial, y también de astucia.  Con ellas logró vencer a muchos filisteos.  Lamentablemente se desvió, al dejarse seducir por una mujer filistea llamada Dalila, y de ello vino su caída. 
Otro grupo de la tribu de Dan usaron su astucia para el mal. El territorio que le fue asignado a la tribu de Dan era la tierra ocupada por los filisteos; sin embargo, no los expulsaron.  Esos enemigos tenían carros de batalla, y por miedo a ellos los danitas prefirieron buscar otras tierras (Jueces 18.1-2, 7). Escogieron trasladarse al norte.  Allí encontraron un pueblo escondido que era fácil de conquistar, el cual estaba apartado y no tenía alianzas con otros pueblos para que los defendieran (Jueces 18.27-28). 
Lo más curioso de esta tribu es que no se menciona en Apocalipsis entre los 144,000 redimidos de todas las tribus de Israel que serán sellados para ser protegidos en la Tribulación (Apocalipsis 7). 
Hay mucha controversia con respecto a la razón por la que no se incluyó a la tribu de Dan. Algunos creen que es porque de esa tribu vendrá el anticristo, por la referencia a la serpiente.  Otros creen que es la consecuencia por haber abandonado su territorio y haber caído en idolatría, aunque otras tribus cosas semejantes.  Lo que cabe señalar es que el sello de Apocalipsis no tiene que ver con “salvación eterna”, sino con la “protección” de las plagas que vendrán en la ira final. 
Al final de la bendición que Jacob le dio a Dan, dice: “¡Tu salvación espero, oh Señor!” (Génesis 49:18) 
Dan va a ser salvo al final, aunque por fuego (1 Cor. 3:15)

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