viernes, 10 de junio de 2016

Leyendo... Génesis capítulo 40


LECTURA DIARIA:
Génesis capítulo 40

José fue enviado a prisión injustamente, por una acusación falsa de la esposa de su amo (Génesis 39.11-20).  El hizo lo correcto, pero lo castigaron injustamente. Ante eso, José pudo haberse amargado, pero no lo hizo. 
 El supo mantener una buena actitud, a pesar de las circunstancias.   
José era tan buen líder que adondequiera que iba, todos confiaban en él, porque hacía todo con excelencia.  Su padre Jacob confió en José como líder (Génesis 37.13-14), al igual que lo hizo Potifar (Génesis 39.6).  Aún en la cárcel, José comenzó a destacar. 
A pesar de que estaba en la cárcel, el Señor estaba con José.  Dios estaba con José en las buenas y en las malas.  Dios fue bueno con él, no evitándole pasar por pruebas sino permitiendo que pase lo que sea necesario para hacer de él una mejor persona. 
Todas las cosas ayudan para bien (Romanos 8.28), y José salió de la cárcel en una posición mucho mejor que la que entró. 
Estando José en la cárcel, él conoció a personas que habían estado al servicio del rey.
El jefe de la cárcel puso a cargo de José a los siervos del Faraón, el panadero y el copero real, quienes habían sido encarcelados por sospechas de traición. 
Estando a su cuidado, José se preocupaba por el copero y el panadero.  Por eso les preguntó qué les pasaba cuando los vio decaídos.  Si no se hubiera preocupado por ellos, no le hubieran contado sus sueños, y él no habría tenido la oportunidad de interpretar los sueños, lo cual va a cambiar el destino de José.
Aquí vemos que José estaba consciente que sus hermanos no lo habían vendido, sino que los madianitas lo habían secuestrado y vendido.  También se declara inocente del crimen del que se le acusaba.
Así como era inocente José, también lo era el copero del rey. El sueño era profético, y le revelaba que él sería liberado de la cárcel y restituido a su posición.   
Animado por el mensaje positivo del sueño del copero, el panadero se animó a contar su sueño a José para que lo interpretara también.
El sueño del panadero no era positivo como la del copero.  Pero, a pesar de lo negativo del mensaje, José habló la verdad. Tal como José lo dijo, así sucedió.
El copero no respondió en favor de José, y la Biblia enfatiza esto haciendo doble mención, “no se acordó”; “se olvidó de él”.
  Aunque parezca malagradecido de parte del copero, no debemos olvidar que Dios está sobre todo y Él lo permitió.  Tal vez si hubiera sido liberado en ese momento, José  se hubiera regresado a Canaán, en lugar de quedarse en Egipto para cumplir el propósito por el cual había llegado allí.  O tal vez José todavía tenía que aprender algo.  O tal vez no era el tiempo indicado. 
El tiempo de Dios para José llegaría dos años más tarde.  El copero va a acordarse de José por otro sueño, y ese será el tema del siguiente capítulo.
Como veremos, Dios tenía planes más grandes para José que simplemente ser un hombre libre. 

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