UN MOMENTO CON DIOS
Rejuvenecidos como las
águilas.
“¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser Su santo nombre! ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones! El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias. El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de Su misericordia. El Señor te sacia con los mejores alimentos para que renueves tus fuerzas, como el águila.” (Salmo 103. 1 – 5)
¿Cuántas veces nos hemos
sentido tristes y abandonados? ¿Cuántas veces hemos pensado que nuestra
vida carece de valor? ¿Cuántas veces no encontramos motivos para dar gracias a
Dios? ¿Cuántas veces nuestra vida se ha convertido en un discurso de
lamentos y quejas?
En esas circunstancias, cuando
nos sentimos acongojados por el peso de nuestras cargas, pecados y de pensamientos
negativos, necesitamos mirar hacia arriba y recogernos durante un tiempo, para
comenzar un proceso de renovación. Para poder continuar volando en un
vuelo de victoria, tenemos que desprendernos de recuerdos, costumbres, viejos
hábitos, que nos causan dolor.
Quizás algo parecido le haya
sucedido al compositor del Salmo 103. Es una tendencia muy humana olvidar lo
bueno que Dios ha hecho en nosotros, pues el orgullo que llevamos en nuestro
corazón nos hace ingratos y olvidadizos. Por este motivo es que el
salmista involucra todos sus pensamientos, sus recuerdos, su mente, sus
emociones, toda su persona en esta ofrenda de adoración, y puede percibir que
en realidad su vida está llena de motivos para dar gracias y alabanzas a Dios,
y se estimula a sí mismo para hacerlo, diciendo: "Bendice alma mía al
Señor... y no olvides ninguno de sus beneficios".
¡Cuántos beneficios recibimos
cada día de parte de Dios! Aquí se nos mencionan algunos: el perdón de
todos nuestros errores, la salud, la vida y los bienes materiales. Todos
los beneficios que recibimos de Dios nos rejuvenecen, dándonos una vitalidad
diariamente renovada. ¡Cuántas otras cosas podríamos agregar a esta lista!
Aún en medio de las
dificultades y las muchas carencias que podamos tener, Dios en Su gran amor
quiere que día a día renovemos nuestras fuerzas en Él.
Dios les bendiga
abundantemente.
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