viernes, 23 de junio de 2023

Un momento... Frente a los momentos de crisis

 


UN MOMENTO CON DIOS

Frente a los momentos de crisis.

 

 “Después arrojó la quijada, y por eso aquel lugar se llama Ramat-lehi. Y como Sansón tenía muchísima sed, llamó al Señor y le dijo: "¿Cómo es posible que me hayas dado esta victoria tan grande, para ahora dejarme morir de sed y en manos de estos paganos?" (Jueces 15. 17 – 18)

 

Cada día es un día muy especial para ver grandes maravillas y contemplar grandes cosas por parte de Dios. Este no es un día para desperdiciarlo quejándonos y lamentándonos. Este no es un día para verlo agonizar al atardecer, sin que algo grande haya sucedido en nosotros y a través de nosotros, fuimos llamados para hacer historia, no para ser espectadores.

Sansón entendió de una manera muy particular la razón para la cual vino a este mundo, y vio grandes cosas y formó parte del escenario mundial de aquella época para impactar la sociedad en la cual vivió.  Sansón se enfrentó a mil filisteos enemigos de Israel, enemigos de Dios y enemigos de él; pero Sansón sabía que servía al único y verdadero Dios y entendía la razón de su existencia y por ello con fe, extendió su mano, tomó la quijada de un asno y con ella mato a mil filisteos; mil problemas derrotados en un día.

Pero cuando terminó la batalla él tenía gran sed y no había agua alrededor de él. Sansón había eliminado mil problemas y ahora está frente de un solo problema, una crisis que exige una pronta solución. ¿Qué hizo?  Clamó al Señor y dijo: "¿Cómo es posible que me hayas dado esta victoria tan grande, para ahora dejarme morir de sed y en manos de estos paganos?"

Qué podemos aprender de esto:

Si hoy enfrentamos una crisis personal recordemos que Aquel que nos ha ayudado en otros problemas está dispuesto a volverlo hacer ahora, pero sólo podemos llegar y clamar con seguridad en medio de la crisis si antes hemos sido obedientes y hemos librado las batallas anteriores confiando plenamente en Dios.

Cuántas veces escuchamos gente que dice: - “Clamo y Dios no responde, parece que me olvidó”-. Pero la verdad es que sólo clamamos cuando estamos en crisis personales y anteriormente hemos vivido nuestras vidas y no hemos eliminado a los filisteos que rodean nuestra vida y que rodean nuestra familia.

Sansón fue fiel en este aspecto, luchó la batalla librando a Israel.  No pensó primero en sí mismo sino en su pueblo y ahora que está frente a su propio problema puede clamar con confianza y decir “Tú me has dado la victoria y ahora, moriré de sed…”

¡Que hoy podamos ver la victoria, del SEÑOR en nuestra vida!

Dios les bendiga abundantemente.

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