lunes, 5 de junio de 2023

Un momento... Aprendamos de la hormiga

 


UN MOMENTO CON DIOS

Aprendamos de la hormiga.

 

“Anda a ver a la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace, y aprende la lección: aunque no tiene quien la mande ni quien le diga lo que ha de hacer, asegura su comida en el verano, la almacena durante la cosecha. ¡Basta ya de dormir, perezoso! ¡Basta ya de estar acostado!  Mientras tú sueñas y cabeceas, y te cruzas de brazos para dormir mejor, la pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado.” (Proverbios 6. 6 - 11)

 

Si alguna vez hemos luchado con hormigas en nuestra cocina, podríamos describirlas como tercas. Pero para alguien que lucha para no perder el rumbo, estas diminutas criaturas parecen decididas o incluso inspiradoras. De hecho, las hormigas tienen varias características que la gente admira, entre ellas su preparación, cooperación, perseverancia, diligencia y unidad.

Las hormigas no son más que un ejemplo de cuánto podemos aprender del mundo que Dios creó: este contiene evidencias abundantes de Su carácter y Sus valores. Por saberlo, Cristo dirigió la atención de Sus seguidores a las aves para que pudieran considerar lo absurdo de la ansiedad: “tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! “(Mateo 6. 25 - 26)

Las aves no cosechan ni recogen en graneros, sino que dan por sentado que su comida será provista como siempre. Esta observación de la naturaleza demuestra que también se puede confiar en que el Señor que provee para las aves, satisfará también las necesidades de SU pueblo.

Si bien la sabiduría de Dios está arraigada en la Biblia y se busca por medio de la oración, no debemos pasar por alto las lecciones que se revelan justo frente a la puerta de entrada de la casa. Pidámosle a Dios ojos para ver Sus principios en el mundo natural. Aprovechemos cada oportunidad para crecer en entendimiento, tanto dentro como fuera de nuestro hogar.

Dios les bendiga abundantemente.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario