UN MOMENTO CON DIOS
La búsqueda de la voluntad de
Dios.
“Ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (1 Juan 5. 14, 15)
Los padres instruyen a sus hijos para que
hagan muchas tareas, desde saber escoger su vestimenta, hasta manejar el
dinero. Pero es posible que la habilidad más importante que podemos enseñarles,
sea seguir la dirección de Dios.
Tenemos la bendición de que
nuestro omnisciente y poderoso Padre Celestial está dispuesto a darnos a
conocer Su camino. Dios quiere indicarnos qué hacer en cada situación. De
hecho, ÉL promete: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes
andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmos 32. 8)
Veamos cómo podemos
discernir la voluntad de Dios en cada encrucijada de la vida:
El primer paso es asegurarse
de que nos hemos arrepentido de todo pecado. Tratar de escuchar a Dios mientras
hay iniquidad en nuestro corazón es como usar una brújula imprecisa e
indescifrable. Después de confesar y arrepentirnos, podemos pedir
dirección.
Luego, debemos leer la Biblia
con regularidad y con un corazón deseoso y abierto. La Biblia es como una
lámpara en un camino oscuro (Salmos 119.105)
El último paso involucra al
Espíritu Santo de Dios que mora en nosotros. El Espíritu imparte verdad y
dirección cuando leemos la Biblia y oramos. Debemos escuchar con paciencia Su
dirección, que por lo general nos llega de manera silenciosa a nuestro corazón
cuando pasamos tiempo con Dios.
Cuando le pidamos al Señor que
nos indique Su voluntad, no debemos esperar respuestas inmediatas.
La disciplina de esperar forja
el carácter y, además, apresurar el proceso puede conducir a una senda que
desaprovecha lo mejor de Dios.
Tómate el tiempo para buscar
el plan del Señor Jesús para tu vida, recordando que ÉL te dará todo lo que
necesites para seguirle.
Dios les bendiga abundantemente.
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