UN MOMENTO CON DIOS
Marcar una diferencia
“Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.” (Lucas 6. 31)
Podemos ver a Dios en los
actos más simples de cada día. Por ejemplo, al tomar el micro o autobús cada
mañana para ir a trabajar o estudiar. Ver la presencia de Dios en la vida de
las personas que nos rodean.
No es lo general, pero algunos
choferes pueden ser amables y cuidadosos. Muchas veces esperan a quienes llegan
corriendo para tomar el transporte. Saludan a todos, no solo a los pasajeros
habituales, y se esmeran para ayudar a quienes tienen alguna discapacidad. De
manera similar, la amabilidad de los pasajeros también es de inspiración. Si
alguien necesita ayuda, dos o tres personas se acercan de inmediato para asistirle—
cediendo su asiento a los más frágiles o ancianos, levantando equipajes pesados
y ayudando a las madres que lidian con sillas de bebé.
A menudo pensamos que debemos
llevar a cabo grandes cosas para marcar una diferencia significativa en el
mundo. Sin embargo, el autobús de la mañana nos recuerda que los pequeños actos
de gentileza realizados por personas comunes son igualmente importantes.
¡Cuánto más agradable sería nuestro mundo si tratásemos a los demás tal como
queremos ser tratados!
Podemos servir a Dios con
fidelidad cada día siendo amables unos con otros.
Dios les bendiga abundantemente.
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