UN MOMENTO CON DIOS
Las cosas pequeñas.
“y él les tiene contados a ustedes aún los cabellos de la cabeza.” (Mateo 10. 30)
Hay personas que solo oran
cuando tiene un problema que no puede solucionar por sí mismos.
Por el contrario, otras,
llevamos delante del Señor aquellas cosas pequeñas: «Señor, ayúdame a
hallar un lugar donde estacionar mi auto» o «¿Qué souvenir debería
comprar para este amigo, Señor?» o «Señor ¿dónde dejé las llaves de
mi automóvil?».
Al ver que algunos oramos a
menudo por cosas tan triviales de la vida cotidiana, el argumento de los que
oran solo por los problemas que no pueden solucionar por sí mismos es: «No
deseamos molestar a Dios con las pequeñas cosas».
Este versículo de Mateo nos
muestra que a Jesús le preocupaba que los discípulos no hubiesen pescado nada
después de toda una noche de trabajo. Y nos recuerda que a Dios también le
interesan los detalles más pequeños de nuestras vidas. Después de todo, ¡Dios
sabe cuántos cabellos hay en nuestra cabeza!
El Señor escucha la oración de
las personas acerca de sus problemas importantes y también nuestras oraciones
sobre las pequeñas cosas de nuestra vida cotidiana.
Nada es insignificante para Dios,
a quien le interesan las grandes y pequeñas situaciones de nuestra vida. ¡Es
posible llevarle al Señor cualquier cosa, porque Dios nos ama y se interesa por
nosotros!
Dios les bendiga
abundantemente.
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