UN MOMENTO CON DIOS
En el camino
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14.6)
Los antiguos romanos eran
famosos por sus carreteras, las cuales cruzaban todo el imperio y eran altamente
transitadas.
Eso es lo que los oyentes de Jesús
imaginaron cuando ÉL afirmó: «Yo soy el camino» en Juan 14.6. Si bien
este versículo indica que ÉL es el camino al cielo, podríamos extendernos más
allá de esta declaración: atravesando la maleza de la densa selva que es
nuestro mundo, Jesús es nuestro Guía del sendero, quien abre un nuevo camino
para nuestra vida.
Si bien muchos siguen el
camino del mundo “amando a sus amigos y odiando a sus enemigos”, Jesús
muestra la senda de una nueva forma de caminar: «Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen» (Mateo 5. 44)
Es fácil juzgar y criticar a
los demás, pero Jesús, el Hacedor de caminos, dice que primero nos saquemos la
viga de nuestro propio ojo, y abre una senda para que vivamos con generosidad
en vez de codicia (Lucas 12. 13 - 34)
Cuando Jesús dijo «Yo soy
el camino», nos estaba llamando a dejar las viejas costumbres que llevan a la
destrucción y seguirle a ÉL en la nueva manera en la que ÉL quiere que vivamos.
De hecho, la frase “venir en pos” (Marcos 8. 34) literalmente
significa, «ser encontrado en el camino» con ÉL.
Nosotros podemos elegir viajar
por los mismos caminos que nos son familiares y que al final son destructivos,
o, podemos seguirle y que nos encuentren en ese caminar con Aquel que es el
Camino.
Dios les bendiga abundantemente.
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