martes, 11 de enero de 2022

Un momento... La incredulidad niega la realidad

 


UN MOMENTO CON DIOS

La incredulidad niega la realidad

 

El capítulo completo del evangelio de Juan 8 está repleto de preguntas de los fariseos y saduceos y escribas.  Preguntaban, no porque querían saber, sino porque querían encontrar argumentos para defender su incredulidad.  

Hay 4 actitudes incorrectas que se dan en la actualidad,  la incredulidad, el rechazo o la negación, la crítica y la indiferencia.  En este capítulo nos encontramos con esta gente que teóricamente son conocedores del Antiguo Testamento, pero su incredulidad no les deja creer en Jesús ni aceptar que él dice la verdad.

Si nos detenemos a leer versículo por versículo veremos que es una constante la actitud de rechazo, negación, incredulidad, cuestionamiento malicioso y una indiferencia espantosa hacia la Palabra de Jesús. Lo acusan de blasfemo y mentiroso en cada vez que Jesús habla.   

Cuando la incredulidad domina, aun cuando la verdad este frente a nosotros, siempre terminamos rechazándola, negándola o cuestionándola.  

 ¿No es esta una realidad en nuestros días?   El mundo entero sabe quién es DIOS, quien es Jesucristo, que él es el único que puede salvarnos y darnos vida. 

Sin embargo, la gran mayoría de la humanidad persiste en negar, rechazar, cuestionar e ignorar la persona y obra de Jesús. 

El pecado imperdonable es la incredulidad que no deja creer en Jesús como Salvador Personal.  

Seguramente conocemos a más de una persona que no quiere creer que el Jesús que fue crucificado hace 2000 años es quien vive hoy y que ofrece salvación eterna.   

La incredulidad llega a negar la realidad, al punto que no niegan lo que no pueden comprobar, niegan lo que ven.

Cada día al amanecer, es DIOS en acción, cada día al alimentarse, es DIOS en acción, cada paso que da, es DIOS quien cuida que su corazón este marchando en total armonía con su mente y sus pies.

DIOS tiene respuesta a todas nuestras preguntas porque Él nos creó, sabe lo que necesitamos, lo que estamos pensando, nuestras luchas.

No existen motivos para no acercarnos a Él, Jesucristo abrió el camino  a DIOS y no hay ningún obstáculo para llegar.

Solo tenemos que creer. Solo cree en DIOS, en su Palabra, en su amor, en su verdad, en sus promesas.

La fe es una convicción, es una seguridad profunda y es el fundamento de la vida cristiana.

Por otro lado, DIOS es DIOS y cada palabra que él dice se cumple al pie de la letra, no hay motivos, razones y ni bases para no creerle, porque Él no puede fallar.

Dios les bendiga abundantemente.

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