domingo, 16 de enero de 2022

Un momento... Fijando la mirada en Cristo

 


UN MOMENTO CON DIOS

Fijando la mirada en Cristo

 

“Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios”. (Hebreos 12. 2)

Nuestro enfoque principal debe ser Jesús. Debemos fijar nuestra mirada en Cristo porque él es nuestro ejemplo y nuestra meta. El corredor que se distrae mirando a los demás no llega primero a la meta. Pierde su ritmo y se desvía del camino porque está mirando adonde no debe.

Así pasa con la vida del cristiano. Al mirar a Jesús dejamos de mirar las cosas superfluas o las personas que nos distraen del propósito que el Señor tiene para nosotros. Fijar nuestra mirada en él implica la decisión de seguir su ejemplo demostrando con nuestras palabras y actitudes la importancia que le damos a Él.

3 cosas muy importantes sobre Jesús

Hebreos 12.2 nos dice lo siguiente sobre Jesús:

Jesús es el iniciador (el autor) y perfeccionador de nuestra fe. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que nuestra fe comienza y termina en él. Jesús es la base o el fundamento de nuestra fe. En realidad, todo tiene su comienzo y su fin en él. Jesús, al ser Dios encarnado, es el autor de la vida. Y él es el objeto de nuestra fe pues es gracias a su obra en la cruz que recibimos la salvación y la vida eterna.

Jesús aguantó un sufrimiento indecible por amor a nosotros. Jesús soportó la muerte en la cruz menospreciando la vergüenza que venía con ella. Era una muerte muy dolorosa y humillante, la guardaban para los peores criminales. Jesús estuvo dispuesto a sufrir todo ese dolor y a ser maltratado por amor a nosotros, por el gozo de vernos redimidos. Su amor por ti y por mí fue mucho más grande e importante para él que toda la vergüenza y el dolor que le hicieron pasar.

Jesús está sentado a la diestra del trono de Dios. Esto quiere decir que Jesús, aunque permitió que lo humillaran y maltrataran en la cruz por amor a nosotros, ahora tiene toda la autoridad y el poder. Él resucitó, él vive y él vencerá. Hebreos 10.10 - 3 lo explica así:

“Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre.
Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios, en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies”. (Hebreos 10. 10 - 13)

“Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo”. (Hebreos 12.3)

Los hebreos cristianos a quienes iba dirigida esta carta estaban pasando por persecución y dificultades. El autor los insta a pensar en Jesús y todo el sufrimiento, la hostilidad y oposición que él soportó aun siendo Dios. Pero su sufrimiento no fue eterno y el nuestro también terminará. Tendremos dificultades en el camino, oposición y luchas, pero no debemos desanimarnos. En Cristo recibimos fuerzas para enfrentar los retos que nos presenta la vida. Él es nuestro ejemplo de perseverancia en fe.

El camino puede parecer muy duro, pero mantén tus ojos en Jesús y en el futuro precioso que disfrutarás con él por toda la eternidad.

Dios les bendiga abundantemente.

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