viernes, 28 de enero de 2022

Un momento... Avanzando por fe

 


UN MOMENTO CON DIOS

Avanzando por fe

 

“El justo por su fe vivirá” Expresión que se repite en tres ocasiones diferentes, por tanto no se trata de una sugerencia, sino de la voluntad de Dios para nuestra vida. El único camino para vivir, según Dios, es la fe; no existen alternativas. “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan”. (Hebreos 11. 6)


Reflexionemos unos instantes y consideremos algunas preguntas relacionadas con esta verdad transformadora:
¿Quiénes son “los justos”?
Pablo dice: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado” (Gálatas 2. 16). La justificación, es decir, considerarnos como si nunca hubiéramos pecado, no se puede ganar; es un regalo que viene por fe. Si hemos depositado nuestra confianza en Cristo, entonces eres aceptado totalmente a los ojos de Dios. ¿No es algo extraordinario?
¿Qué significa “caminar”?
Pablo dice: “Porque por fe andamos, no por vista”. Caminar requiere levantarse y empezar a moverse. No podemos quedarnos sentados y esperar a que llegue el Arrebatamiento. Para caminar, necesitas motivación, y movernos de acuerdo a un objetivo a una dirección con metas claras y precisas; comprometiéndonos a movilizar nuestras energías y recursos para el cumplimiento del propósito y del destino que Dios nos ha marcado.
Para caminar por fe, tenemos que movernos hacia adelante con decisión, buscando siempre llevar a cabo el propósito de Dios en nuestra vida.

¿Qué significa “caminar por vista”? (2 Corintios 5. 7) Es vivir la vida de acuerdo a lo que ven nuestros ojos naturales; es tomar decisiones y actuar en base a nuestra percepción y a las circunstancias, en lugar de seguir la Palabra de Dios; es ser dirigido por nuestros pensamientos y sentimientos. Éstos son parte de nosotros, nos pertenecen; pero examínenoslos y no dejemos que nos dominen. Dejemos que el Espíritu Santo dirija nuestra vida.
Muchas veces nos encontramos atrapados entre la fe y la duda; es como un círculo vicioso entre lo que dice nuestra mente carnal y nuestro espíritu renovado.

Un día un padre angustiado le trajo a su hijo enfermo a Jesús para que lo sanara. Él le dijo: “Para el que cree, todo es posible” (Marcos 9. 23). Entonces el padre respondió: “Creo; ayuda mi incredulidad” (Marcos 9. 24).
Dios conoce nuestras debilidades, conoce cada paso del camino. Las bendiciones y los peligros. Dónde hemos estado y adónde nos dirigimos. Él sabe cuál es el mejor sendero a seguir. El plan de Dios es perfecto para nosotros.
Es responsabilidad de Dios llevarnos a la misión encomendada y hacer que triunfemos en ella. Nuestra responsabilidad, es buscar Su guía y obedecer Sus instrucciones.

Él dijo: “Te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32. 8). Solamente avancemos en fe.

Dios les bendiga abundantemente.

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