martes, 25 de enero de 2022

Un momento... Dios escucha nuestro clamor

 


UN MOMENTO CON DIOS

Dios escucha nuestro clamor

 

Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo; compadécete de mí y respóndeme. El corazón me dice: « ¡Busca su rostro!» Y yo, Señor, tu rostro busco. No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos. Guíame, Señor, por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud, por causa de los que me acechan. No me entregues al capricho de mis adversarios, pues contra mí se levantan falsos testigos que respiran violencia. (Salmo 27. 7 - 12)

Hasta aquí parecía que David solo experimentaba tiempos de victoria y gozo. Ahora vemos que él también tenía luchas, pero conocía el secreto para recuperar la confianza en Dios: la oración.

David clamaba a Dios cuando se sentía inseguro o con miedo. Él sabía que no podía hacer nada por sí solo. Necesitaba a Dios, sentir su presencia, ver su rostro. Nadie más podía salvarle.

Todos nos sentimos inseguros en algunos momentos. Cuando esto sucede necesitamos clamar a Dios por ayuda, ir delante de él en oración y ruego. Dios siempre escucha a los que ponen su confianza en él. Él no nos abandona en nuestra hora de necesidad.

Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos. (Salmo 27. 10)

Dios, nuestra certeza y ánimo. Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!
(Salmo 27. 13 - 14)

David tenía una certeza. No importaba cuántas dificultades llegaran a su vida él sabía que vería de nuevo la bondad de Dios en su vida. En medio de las circunstancias difíciles él sabía que Dios traería cosas buenas a su vida.

Por eso termina el Salmo animando a sus oyentes (a cada uno de nosotros) a poner su esperanza en Dios. Termina dando una palabra de ánimo, diciendo que podemos confiar en Dios siempre porque él nunca nos fallará.

Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario