martes, 19 de agosto de 2025

Un momento... Seguir la sana enseñanza

 


UN MOMENTO CON DIOS

Seguir la sana enseñanza

 

 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias.” (2 Timoteo 4. 3)


Esta advertencia del Apóstol Pablo a Timoteo es profundamente actual. Pablo le habla a Timoteo sobre una generación que, en lugar de buscar la verdad de Dios, preferirá mensajes agradables que se acomoden a sus deseos y estilo de vida.

La frase “no sufrirán la sana doctrina” nos muestra que llegará un tiempo, que ya vemos hoy, donde muchas personas rechazarán el verdadero evangelio porque confronta, corrige y transforma. La sana doctrina no adula el ego ni entretiene los sentidos; más bien, llama al arrepentimiento, a la santidad y a una vida conforme a la voluntad de Dios. Esto no siempre es cómodo, pero sí es necesario para la salvación.

Por otro lado, “teniendo comezón de oír” refleja el deseo de escuchar cosas nuevas, emocionantes o convenientes. En lugar de recibir lo que Dios quiere decir, buscan lo que quieren oír. Esto los lleva a “amontonarse maestros”, es decir, rodearse de predicadores y enseñanzas que les digan lo que desean, no lo que necesitan. Es una espiritualidad a la carta, hecha a la medida de sus concupiscencias, sus deseos carnales, no del corazón de Dios.

Este pasaje nos desafía a examinar qué tipo de enseñanza estamos buscando. ¿Queremos escuchar la verdad, aunque nos incomode, o preferimos un evangelio diluido que nos permita vivir sin cambio? El peligro de rechazar la sana doctrina es caer en el autoengaño y alejarnos de la salvación verdadera.

Como creyentes, debemos amar la verdad, aunque duela, y rogar a Dios que nos dé discernimiento para no dejarnos llevar por modas espirituales ni por enseñanzas agradables pero vacías. La Palabra de Dios, en su pureza, es la que nos da vida, nos corrige y nos conduce a la madurez en Cristo.

Que nuestro corazón esté siempre dispuesto a recibir la verdad de Dios, aunque confronte nuestro pecado, porque solo la verdad nos hará verdaderamente libres.

Dios les bendiga abundantemente.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario