CADA DÍA CON DIOS
El peligro de una doble vida
“Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Porque nada hay encubierto que no haya de descubrirse, ni oculto que no haya de saberse. Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que hablasteis al oído en las recámaras, se proclamará en las azoteas.” (Lucas 12. 1 - 3)
Esta enseñanza, aunque breve,
es profundamente confrontadora. Jesús advierte a sus discípulos y a la multitud
que lo seguía sobre el peligro de la hipocresía, especialmente la que se
disfraza de religiosidad. La "levadura" de los fariseos simboliza una
influencia que, aunque pequeña al principio, se extiende y contamina. La
hipocresía, entonces, no solo es un acto de falsedad personal, sino una actitud
contagiosa que puede dañar comunidades enteras.
Los fariseos aparentaban
piedad y justicia, pero en su interior albergaban orgullo, juicio, y dureza de
corazón. Jesús expone que lo oculto, tarde o temprano, será revelado. No hay
doble vida que pueda sostenerse para siempre. Dios ve más allá de las apariencias
y conoce el corazón humano. Las palabras y acciones que creemos privadas, un
día serán expuestas a la luz.
Esta advertencia es una
llamada urgente a vivir con integridad. No se trata de perfección, sino de
autenticidad: que lo que somos en lo íntimo coincida con lo que mostramos al
mundo. En una época en la que la imagen pública es cuidadosamente construida,
incluso dentro de contextos religiosos, esta enseñanza de Jesús es más
relevante que nunca.
Pero también hay un consuelo
aquí: si la verdad será revelada, entonces la justicia de Dios prevalecerá. Las
mentiras, manipulaciones y abusos que el mundo encubre no quedarán sin
respuesta. Dios hará brillar la luz sobre toda oscuridad.
Que vivamos entonces sin
máscaras, temiendo más a Dios que a los hombres, y buscando agradarle con un
corazón sincero. Solo en la verdad hay libertad. La luz de Cristo no viene para
condenar, sino para redimir y transformar. Que nuestras vidas resplandezcan con
la verdad del Evangelio, dentro y fuera.
Dios les bendiga abundantemente.

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