lunes, 11 de agosto de 2025

Un momento... No sigamos los malos ejemplos

 


UN MOMENTO CON DIOS

No sigamos los malos ejemplos

 

“Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo no ha visto a Dios.” (3 Juan 1. 11)

 

 Esta breve pero poderosa exhortación nos recuerda la importancia de elegir con sabiduría a quién seguimos y qué actitudes adoptamos en nuestra vida diaria. En un mundo lleno de influencias negativas, este llamado a imitar lo bueno es más urgente que nunca.

Todos somos influenciables, especialmente cuando admiramos a ciertas personas o queremos encajar en determinados ambientes. Sin darnos cuenta, podemos empezar a justificar comportamientos incorrectos, adoptar actitudes dañinas o repetir palabras que no edifican. Por eso, Juan nos invita a ser conscientes y selectivos: no imites lo malo, aunque sea popular, aplaudido o aparentemente exitoso.

La Biblia está llena de ejemplos de personas que eligieron bien a quién imitar: Josué siguió el ejemplo de Moisés en su fidelidad a Dios; Eliseo imitó a Elías en su entrega al llamado profético; Pablo pidió a los creyentes que lo imitaran a él, así como él imitaba a Cristo (1 Corintios 11. 1). Estas vidas nos muestran que imitar lo bueno es una forma de crecer espiritualmente y de mantenerse firme en medio de las pruebas.

Hoy, los malos ejemplos abundan en redes sociales, en el entretenimiento y a veces incluso en nuestro entorno más cercano. Pero el creyente está llamado a discernir, a mirar más allá de las apariencias y a buscar modelos de vida que reflejen a Cristo. No se trata de perfección humana, sino de una vida guiada por el amor, la humildad, la verdad y la obediencia a Dios.

Imitar lo bueno es imitar a Jesús, el modelo perfecto de humanidad. Él no solo nos enseñó cómo vivir, sino que nos dio su Espíritu para capacitarnos a vivir como Él. Que nuestro deseo sea reflejar lo bueno en cada acción, palabra y pensamiento. Así, no solo evitaremos el mal, sino que seremos también nosotros un ejemplo digno de ser imitado.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario