miércoles, 11 de enero de 2017

Leyendo... Rut capítulo 4


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LECTURA DIARIA:
Rut capítulo 4

El capítulo comienza confirmando que Booz no tardó nada en iniciar sus esfuerzos para arreglar cuentas con “el otro pariente redentor más cercano”. Había que encontrarle y presentarle el caso, y conseguir su decisión. El lugar para hacerlo sería la puerta de la ciudad. Se refería a un lugar junto a la muralla de la ciudad, que servía de sitial para resolver toda clase de cuestiones legales y donde se atendían también otros negocios de la ciudad. 
El pariente accedió a la invitación de Booz, acto que da base para que Booz convocara un grupo de “diez concejales” como “testigos”; también tenían poderes judiciales y notariales. Una vez reunido el grupo, Booz hace su presentación del asunto al pariente, delante del grupo de ancianos de la ciudad. Elimelec, el finado esposo de Noemí, todavía tenía cierta propiedad en el área que ahora estaba a la venta. Como su pariente más cercano, este hombre tenía el derecho a comprar primero, lo cual aceptó. Pero luego, Booz dijo que de acuerdo con la Ley, si el pariente compraba la tierra, también tenía que casarse con la viuda. Con esta estipulación, el pariente se echó para atrás. No quería complicar la herencia que iba a dejar para sus hijos. A lo mejor tuvo miedo de que si tenía un hijo con Rut, algunos de sus bienes se transferirían de su familia a la familia de Elimelec. Cualquiera que haya sido la razón, el camino estaba despejado para que Booz se casara con Rut.
Cumplida esta formalidad, Booz tomó a Rut, y ella fue su mujer.
De esta unión, Rut tuvo un hijo Obed a través del cual nacieron miles para Dios; parte del linaje de Cristo. 
Dios convirtió la tragedia de Noemí en grandes bendiciones, aun mayores que "siete hijos" o abundantes herederos. A lo largo de esos tiempos difíciles, Noemí no dejó de confiar en Dios. Y Dios, a su tiempo, la bendijo en gran manera. 
La historia de Noemí y Rut, como mujeres que también edificaron la casa de Israel, está completa. No sabemos más de Rut y Booz, de ninguna otra fuente; pero lo más probable es que hayan realizado sus vidas con la plenitud que las mujeres profetizaron para Noemí con su “nieto” Obed. 
Los nombres de Booz y Rut aparecen en la genealogía que Mateo da de Jesucristo, y el de Booz aparece en la que Lucas da del Salvador como también en la genealogía de Judá hasta David.

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