lunes, 2 de enero de 2017

Leyendo... Jueces capítulo 17


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LECTURA DIARIA:
Jueces capítulo 17

El capítulo 17 narra cómo Micaías consiguió una imagen de talla y un levita como sacerdote; Relata cómo los danitas le robaron la imagen y el levita, y los instalaron en su nuevo santuario.
El relato refleja una época oscura en la historia de Israel. Puesto que no había rey, “cada uno hacía lo que le parecía ante sus propios ojos”. Por consiguiente, vemos el hundimiento en la idolatría.
Micaías, a pesar de su nombre piadoso, había robado a su madre, y no en pequeña escala.
Ella no había logrado averiguar quién le robó. Y había tomado la medida indicada en tales casos, maldecir al ladrón desconocido, encomendando a Dios su castigo. Micaías oyó la maldición, y aunque no había temido ofender a Dios con el robo, sí tenía miedo de la maldición y por temor de la maldición confiesa el robo.
La madre tratar de neutralizar la maldición, y ahora ella bendice a su hijo. Cuando Micaías devuelve la plata, su madre la consagra a Dios en nombre de su hijo. Pero esta cumplió su voto solo en parte. 
Micaía y su madre se pusieron de acuerdo para convertir su dinero en un ídolo e instauraron el culto a los ídolos en su familia.
Al consagrar a su hijo como sacerdote, Micaías una vez más viola la Ley. Su hijo ni siquiera era levita, mucho menos de la familia de Aarón. 
Micaía interpretó como señal del favor de Dios para él y sus imágenes la llegada de un levita a su puerta.
La decadencia moral de Israel afectaba aun a los sacerdotes y levitas y este hombre aceptó dinero y el cargo en contravención con las leyes de Dios. Mientras que Micaía muestra la ruina religiosa de los israelitas, este sacerdote ilustra la ruina religiosa de los sacerdotes y levitas.

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