sábado, 28 de enero de 2017


No hay descripción de la foto disponible.
LECTURA DIARIA:
1 de Samuel capítulo 16

Dios ordena a Samuel ungir un nuevo rey. Este seria uno de los hijos de Isaí de Belén, nieto de Rut y Booz, se hallaba en la línea del pacto de Abraham. Belén estaba aproximadamente a 16 km de Ramá en territorio de Judá, lo cual colocaba a la monarquía dentro de la línea de la profecía de Génesis 49.10: «no será quitado el cetro de Judá». 
Saúl fue la selección del pueblo; Dios le proporcionaría ahora al pueblo alguien que él había seleccionado, «un varón conforme a su corazón». Saúl fue designado comandante o príncipe, mientras que David iba a ser coronado rey.
El Señor no autoriza a Samuel a revelar a Saúl todo el propósito del viaje de Samuel.
Samuel retenía aún gran parte de su autoridad como juez y como sacerdote.
Samuel santificó a Isaí y a sus hijos para prepararlos para presentarse ante Dios en adoración o para ofrecer un sacrificio. Si desea más información acerca de la ceremonia de purificación.
Saúl era alto y atractivo. Era un hombre que impresionaba por su buena apariencia. Samuel pudo haber estado buscando alguien que se pareciera a Saúl para ser el siguiente rey de Israel, pero Dios le advirtió que no juzgara sólo por las apariencias. 
Luego de que todos los hijos mayores de Isaí pasaran delante de Samuel, y se diera cuenta que ninguno de ellos era el elegido, Samuel preguntó si no había otro hijo.
Así fue que se presentó ante el profeta el menor de los hijos de Isaí, David, un joven que se dedicaba a cuidar las ovejas de su padre.
Dios le indicó a Samuel que ese era el elegido.
Como en el caso de Saúl, el Espíritu de Jehová acompañó el ungimiento de David por Samuel. Desde ese momento Dios comenzó a preparar a David.
David fue ungido rey, pero se hizo en secreto. No fue coronado sino hasta mucho tiempo después. Saúl seguía siendo legalmente el rey, pero Dios estaba preparando a David para sus responsabilidades futuras. El aceite de la unción que fue derramado sobre la cabeza de David simbolizaba santidad. 
El espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de Jehová lo atormentaba.
El Espíritu de Dios había dejado a Saúl y Dios permitió que un espíritu inicuo lo atormentara como castigo por su desobediencia. 
Los criados de Saúl le aconsejan que consiga alguien que toque el arpa para que esa música lo calme cuando era atormentado.
Los antiguos creían que la música ejercía una influencia misteriosa para sanar las enfermedades mentales.
Como además de pastor, David era músico, de esa forma David entra al servicio de Saúl.
Cuando Saúl pidió a David que se uniera a su servicio, obviamente no sabía que David había sido ungido rey en secreto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario