Leyendo... 1 de Samuel capítulo 18

LECTURA DIARIA:
1 de Samuel capítulo 18

Este capítulo relata el comienza de una de las amistades más profundas descritas en la Biblia, Jonathan y David, tenían personalidades muy parecidas y esto ayudo a que tuvieron una amistad muy profunda.
David no era bien visto por sus hermanos, así es de que encontró un hermano en Jonathan.
Jonathan, el príncipe de Israel, se dio cuenta más tarde de que David, y no él, sería rey. Pero eso no debilitó su amor por David. Jonathan prefería perder el trono de Israel que a su mejor amigo.
Al entregarle a David su manto real, su espada, su arco y su talabarte, Jonathan le estaba transfiriendo el derecho de sucesión al trono de su padre.
David viviría en el palacio del rey, tal como Dios lo planeó, todo era parte de un plan divino, Dios estaría entrenando al nuevo rey desde el palacio real.
Al regresar de la batalla Saúl y David fueron recibidos por las mujeres, que danzaban y cantaban en su honor, pero esta canción ponía a David por encima de Saúl.
Saúl al escuchar de la popularidad de David, sintió una gran envidia y celos.
Saúl era impetuoso, arrebatado y agresivo, pero la envidia fue su ruina, era un gigante mayor que Goliat.
La envidia de Saúl se convertiría en odio, y más tarde se tornaría en intentar asesinar a David.
Mientras el odio de Saúl aumentaba, la fama de David también, porque Dios estaba con él. La popularidad de Saúl lo hizo arrogante, pero David se mantuvo humilde en todo momento. La prudencia de David le valió para ganarse el corazón del pueblo, es lo valioso de pagar el mal con el bien.
Saúl emplea otra estrategia para acabar con David, esta vez usaría a su hija mayor para atraparlo.
Pero no se sabe en realidad la razón por la cual Merab fue dada a otro hombre.
Saúl se entero que su otra hija amaba a David y eso le agrado, y ahora usaría a Mical como carnada contra David. Saúl sabía que su hija era idolatra y podría desviar el corazón de David para que Dios no estuviera con él.
David le manda decir a Saúl que era pobre, es decir no tenía la dote monetaria para pagar por su hija. Al enterarse Saúl le tiende una trampa y le manda decir que no deseaba la dote, sino cien prepucios de filisteos. Esta sería una gran oportunidad para arriesgar a David.
El plan de Saúl no resulto y David mato el doble de filisteos y no le quedo más opción a Saúl que darle su hija a David como esposa. Saúl ahora estaba peor porque temía más a David.
Varias veces se menciona la prudencia de David como un gran atributo que le valió ser popular. Aunque David no busco la popularidad, esta llego, porque David cuidaba de agradar a Dios.