UN MOMENTO CON DIOS
Recordemos siempre a
Dios.
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” (Marcos 12. 30)
Hay cosas que no debemos
olvidar. Es cierto que del pasado y de la historia podemos aprender, lo que no
debemos es quedarnos atrapados en el pasado. De hecho, hoy es un nuevo día y
Sus misericordias son nuevas cada mañana.
Vivimos en un mundo donde hoy
en día se rinde “culto a la velocidad”, hablamos de comidas rápidas, autos
rápidos, prestamos rápidos, entre otros rápidos, queremos soluciones rápidas a
nuestros problemas, los matrimonios se vuelven tan rápidos que duran tan poco.
En fin, podemos decir que
nuestro mundo está lleno de estrés y ansiedad lo que hace que no disfrutemos la
vida, las relaciones y el trabajo.
Nos ocupamos en nosotros
mismos y luego nos preguntamos ¿Por qué mi vida es estresante? ¿Por qué me
angustio? ¿Por qué la vida para mi es difícil y para otros no?
La clave para vivir mejor la
encontraremos en la Palabra de Dios: “Pero ten cuidado de no olvidar al
Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo
te mando hoy.” (Deuteronomio 8.11)
Si seguimos leyendo este
pasaje de Deuteronomio nos vamos a dar cuenta que Dios insiste en que no
debemos olvidar si queremos disfrutar de las bendiciones. Las bendiciones
de Dios están condicionadas por la obediencia a sus mandamientos. Cuando
nos olvidamos de sus mandamientos nuestra vida se vuelve limitada y triste,
aunque seamos hijos de Dios.
No olvidemos a Dios, y
tendremos una vida extraordinaria.
Recordemos que somos hechura
de Dios, creado para grandes obras. No hay otro como nosotros en la tierra. Somos
únicos, especiales y todos triunfadores.
Recordemos que somos hijos de
Dios. Si recibimos a Jesús en nuestro corazón pertenecemos a Dios. Si no lo hemos
hecho, hoy es el día.
Recordemos que somos una
bendición, donde quieras que vayamos somos luz.
Recordemos que nos sacó del
pantano y puso en nuestra boca un cántico nuevo.
Recordemos que DIOS nos sacó
de la esclavitud, nos dio libertad y vida nueva.
Recordemos contar nuestras
bendiciones. ¿Cuántas bendiciones tenemos? Probablemente solo contamos más los
problemas, hay que cambiar eso.
Recordemos que dentro de nosotros
hay un David listo para derribar a Goliat.
Recordemos meditar día y noche
en la Palabra de Dios para que prosperemos.
Recordemos todos sus
beneficios.
Recordemos que los planes de
DIOS para nosotros son de bienestar.
Recordemos perdonar para ser
libre.
Recordemos amar para ser
recordados.
Recordemos que nunca es
demasiado tarde para comenzar de nuevo.
La lista podría continuar y podemos
hacer nuestra propia lista.
Recordemos que “DIOS es
fiel y no se olvida de su pacto con nosotros.” (Deuteronomio 4. 31).
Hoy es un buen día para
agradecerle no solamente con nuestras palabras, sino también con nuestros
hechos.
Cuando miremos hacia atrás, recordemos
que hoy estamos vivos y la manera en que vivamos la vida será la manera en que
seremos recordados.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario