UN MOMENTO CON DIOS
Jesús sabe porqué.
“Y cuando terminó JESÚS estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina”. (Mateo 7. 28)
Hay personas que, a pesar de
haberse curado parcialmente, siguen luchando con aspectos dolorosos de sus
enfermedades. Otros han superado adicciones, pero siguen sintiéndose relegados
e inseguros.
Entonces, nos preguntamos:
¿Por qué Dios no los sana completamente; de una vez por todas?
En Marcos 8. 22 - 26, leemos
la historia de un ciego al que Jesús sanó. Primero, llevó al hombre fuera de la
aldea. Luego, salivó en sus ojos y «le puso las manos encima». El hombre
dijo que «veía a los hombres como árboles, […] que andan». Entonces, le
volvió a tocar los ojos, y aquel hombre «vio de lejos claramente a todos».
Las palabras y acciones de Jesús
solían asombrar y desconcertar a las multitudes y a sus seguidores (Mateo 7. 28;
Lucas 8. 10; 11. 14); incluso alejaron a muchos (Juan 6. 60 - 66).
Sin duda, este milagro en dos
etapas también los confundió. ¿Por qué no sanó inmediatamente a ese hombre?
No lo sabemos, pero Jesús
sabía que los demás necesitaban experimentar así esa situación.
El Señor sabe lo que
necesitamos hoy para profundizar nuestra relación con Él. Aunque no siempre
entendemos, podemos confiar en Su manera de obrar en nuestras vidas y en las de
nuestros seres queridos. Y nos dará la fuerza, el valor y la claridad
necesarios para continuar siguiéndolo.
Dios les bendiga abundantemente.
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