sábado, 15 de octubre de 2022

Un momento... La oración efectiva

 


UN MOMENTO CON DIOS

La oración efectiva. 

 

“Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho.” (Juan 15. 7)

 

No hay un cristiano que no desee tener una vida de oración efectiva. Todos anhelamos ver al Señor responder nuestras oraciones e intervenir en las preocupaciones y necesidades que le presentemos, pero ¿estamos dispuestos a hacer lo que se requiera?

La promesa de Cristo está ligada a dos prerrequisitos que encontramos en el versículo 7: “Si permanecéis en mí”.

Permanecer significa perseverar, morar o continuar, y de acuerdo con 1 Juan 3. 24, permanecer en Cristo se caracteriza por guardar sus mandamientos. 

Por consiguiente, si queremos orar con efectividad, debemos comprometernos a obedecer a Dios.

Cualquier rebelión nos roba la sabiduría que necesitamos para saber cómo orar y dificulta nuestra comunión con el Padre, impidiendo que Él nos escuche y responda a nuestras peticiones.

“Y [si] mis palabras permanecen en vosotros”.

Debemos preguntarnos: ¿La Palabra de Dios permanece, habita y continúa en mí? ¿Me interesa más hablar con Dios en oración, que escuchar lo que Él ha dicho en Su Palabra?

La Biblia es la base para la oración efectiva. Cuando leemos y meditamos en la Palabra de Dios, ella nos convence de pecado para que nos arrepintamos y seamos limpiados. Las Sagradas Escrituras ajustan nuestro enfoque, de las prioridades terrenales a las celestiales. También da forma a nuestros pensamientos para alinearlos con los de Dios, para que sepamos cómo orar de acuerdo con Su voluntad.

No hay atajos para una vida de oración fructífera. Debe ser cultivada por medio de un estilo de vida de obediencia y dedicación a la Palabra, las cuales se cultivan durante toda la vida, y glorifican a Dios al dar frutos duraderos.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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