UN MOMENTO CON DIOS
¿Qué es el desánimo?
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”. (Isaías 40. 29)
Hay ocasiones en las que no
prestamos atención a las actitudes que asumimos o a los sentimientos que tenemos,
pues creemos que son inofensivos, que no hacen daño.
De hecho, llegamos a pensar
que lo que estamos sintiendo o haciendo es completamente normal.
Sin embargo, si analizamos con
profundidad todo esto, descubriremos que estamos corriendo un grave peligro al
vivir de esta manera. Un buen ejemplo de esto es el desánimo que a veces
sentimos.
Muchas personas no saben
diferenciar entre el desánimo y la desilusión, pues creen que es lo mismo o un
mismo sentimiento.
Desilusión es la respuesta
emocional que experimentamos cuando no ocurre lo que tanto anhelábamos.
Mientras que desánimo es lo que sentimos como consecuencia de estar sumergidos
en la desilusión por tanto tiempo.
No siempre vamos a obtener la
respuesta que esperábamos, así que en ocasiones vamos a sufrir la desilusión.
Sin embargo, podemos escoger
vivir libres del desánimo cuando decidimos que esta desilusión no va a destruir
nuestra autoestima.
Esto es precisamente lo que
sucede cuando permitimos que el desánimo inunde nuestro ser; perdemos la confianza
que sentíamos en nosotros mismos y perdemos toda motivación para continuar
adelante. No mantenemos el deseo de completar el plan y el propósito que Dios
ha trazado para cada uno de Sus hijos.
La Biblia nos exhorta a
ser fuertes, valientes y a vivir constantemente confiando en nuestro Salvador.
Si el desánimo ha venido a formar parte de nuestra vida, tenemos que pedirle a
Dios que arranque este sentimiento de nuestro interior y que nos ayude a vivir
confiando en su maravilloso poder.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario