sábado, 23 de abril de 2022

Un momento... Todo viene de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

Todo viene de Dios

 “Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre.” (1 Pedro 1. 24 – 25)

La salud y la abundancia material muchas veces al ser humano le dan una sensación de omnipotencia. Ellos viven cada día pensando que son los “intocables” y eternos. Este espíritu de soberbia impide al ser humano darle a Dios, cada día, las gracias por el don inefable de la vida, la salud y la provisión.
Muchos creen que todo lo que tienen y todo lo que son es por su propio esfuerzo y no se dan cuenta que la respiración es un milagro de Dios y que la salud es una gracia celestial.

Muchos en este día no se han despertado, otros en este mismo momento están siendo internados en algún hospital pues han perdido de repente su salud. Muchos le piden a Dios sanidad de sus dolencias y pareciera que nunca les llega la respuesta. Dios conoce los corazones y sabe que si los sana, ellos jamás vendrían a darle la gloria y servirle el resto de sus días Y aun a pesar de ello, en Su infinito amor, a muchos  los sana igual.

Si  recordamos el ejemplo de los diez leprosos, donde sólo uno vino a agradecerle a Jesús por su sanidad, entonces ya sabemos cuál es el pensamiento del ser humano, es decir quiere la bendición pero no al que bendice. Otros nunca alcanzan un alto nivel de prosperidad pues si Dios lo haría, ellos se perderían y corromperían.

Este pasaje nos recuerda que nuestra vida y nuestros logros pueden desaparecer en un instante. Por eso cuando alguien muere se dice que entierran “sus restos”. Ya no queda nada más.

A veces descontamos que cada día vamos a abrir los ojos, gozar buena salud y tener un trabajo prospero.
Es tiempo de dejar esa soberbia y orgullo que a nada bueno conduce y empezar a darle gracias por sus infinitos favores.

No pensemos que en nosotros hay algo de valor que podamos ofrecer a Dios para ser salvos. Toda la gloria de la humanidad es como la flor frágil del campo. En otras palabras, los seres humanos son como esa hierba fresca, verde y atractiva, pero endeble, que contemplamos a veces y que, en otras épocas del año se seca y muere.

Cuando abramos nuestros ojos, agradezcámosle al Señor por el milagro de vivir; si gozamos de buena salud, agradezcámosle por el milagro de la salud sobrenatural y si caminamos en prosperidad démosle toda la gloria porque Él es el que da el poder para hacer las riquezas. ¡Todo procede del Señor!

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario