UN
MOMENTO CON DIOS
Los
sueños de Dios
“Una noche José tuvo un sueño, y cuando se lo contó a sus hermanos, lo odiaron
más que nunca.” (Génesis 37.5)
Dios
tenía un plan para la vida de José que iba más allá de lo que él, sus medios
hermanos y su padre podían entender en ese momento de sus vidas, de modo que
una noche que parecía tan normal como otras el Señor comenzó a revelarle en
sueños a este joven sus planes para su vida.
Dios
sabía la manera exacta y perfecta en que cada sueño debía quedarse impreso en
la mente y corazón de este joven.
El
mayor interés de Dios es el de tener nuestro corazón para luego formarlo a su
imagen y semejanza, al hacerlo empezaremos a ser capaces de ver la vida como la
ve Él y entonces estaremos listos para ser usados por Él para que se cumplan
sus propósitos eternos.
Los
sueños que Dios pone en nuestro corazón son una invitación a entrar en una
relación personal con Él. Mucho más grande que los sueños es el autor de estos
sueños, aquel que puede hacerlos realidad en maneras que muchas veces son
más sorprendentes que el sueño mismo.
La
realización de los sueños no llegará hasta que a través de una relación
personal con Dios nuestro corazón y carácter hayan sido formados.
Todo
comienza con nuestra decisión de acercarnos a Él y buscarlo, todo lo demás
vendrá solo, será un resultado natural, una consecuencia inevitable.
Dios
les bendiga abundantemente.
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