UN
MOMENTO CON DIOS
¿Cómo
está nuestra fe?
“Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?” (2 de Corintios 13. 5)
La fe
no solo es el conjunto de creencias, verdad teológica, y convicción profunda
guiada por el Espíritu; sino que es el fruto del Espíritu que nos capacita para
creer en Dios todos los días y vivir de acuerdo a Su Palabra y Su voluntad.
Algunos
se refieren a la fe para identificarse con todo lo que incluye la vida
cristiana y si es así, es justo tomar el sentido del versículo 5 donde Pablo
hace una exhortación a evaluar la fe de cada uno.
En
otras palabras, es válido decir, ¿Cómo está nuestra fe? Porque es lo mismo que
decir, ¿Cómo está nuestra vida cristiana o nuestra vida espiritual?
La
versión de
Lo
interesante es que los únicos que pueden evaluar justamente la fe o la vida
cristiana es Dios y cada uno de nosotros, eso es lo que dice el versículo 5
“Probaos a vosotros mismos”.
Dios se
basa en sus propios atributos para evaluar nuestra vida cristiana o la manera
como vivimos la fe, basándose en su misma Palabra la cual es conocida por
nosotros mismos. Nosotros mismos podemos evaluar la clase de vida cristiana que
llevamos en base al estilo de vida que tenemos, también basados a nuestra obediencia
a
Ese es
el llamado que Pablo, bueno es una exhortación que el apóstol hace a cada uno
de los hijos de Dios a que nos preocupemos por la clase de fe, la clase de
vida, que todos llevamos. La palabra “examinaos o probaos” tiene que ver con
hacer una evaluación exhaustiva, en detalle, con mucho cuidado, del estilo de
vida que estamos teniendo delante de Dios y delante del mundo.
El
estilo de vida, la fe cristiana de cada hijo de Dios debe estar basada en
cuatro pilares o fundamento: apegados a
Si cada
cristiano y cada iglesia se proponen o tiene cuidado de mantener un estilo de
vida con estos cuatro paradigmas, la iglesia será tan fuerte que podrá hacerle
frente a esta sociedad liberal, a estos gobiernos que con facilidad venden los
valores, principios y absolutos al mejor postor tal como Esaú vendió su
primogenitura a Jacob por un plato de lentejas.
Hoy es
tiempo, apremiante que vivamos y defendamos la fe, las convicciones, y las
creencias, basados en
Defendamos
la fe y los valores, vivamos apegados a
Dios
les bendiga abundantemente.
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