UN MOMENTO CON DIOS
La mayor riqueza
"Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; como un muro defensivo se las imagina." (Proverbios 18.11)
Al imaginar que su
riqueza es su defensa fuerte, los ricos están lamentablemente equivocados. El dinero
no proporcionará seguridad, hay demasiadas formas de perder su poder. El
gobierno puede dejar de respaldarlo, pueden robarlo los ladrones, la inflación
puede quitar parte de su valor. Dios nunca pierde su poder. Siempre es
confiable.
Dios le prometió a
Israel abundancia y cumplió Su Palabra. Y también les dijo que les retiraría su
riqueza como un acto de juicio.
La iglesia no es una
continuación de Israel, no es el grado siguiente por encima del judaísmo. Uno
puede hacer una comparación, por supuesto, y encontrará muchas semejanzas. Los
contrastes, sin embargo, son mayores. A la iglesia no se le han prometido solo
bendiciones materiales.
A los creyentes, Dios
nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en
Cristo (Efesios 1.3).
Ahora el hijo de Dios
necesita ser fortificado. Necesita introducirse en esa torre fortificada.
Necesita estar en la ciudad fortificada, protegida por una alta muralla
alrededor.
¿Y cuál es ese muro?
Bien, es la Palabra de Dios, el conocimiento de la Palabra de Dios. Lo que
nosotros debemos reconocer es que estamos hoy viviendo en una época difícil y
estamos siendo probados.
¡Cuán importante es el
conocimiento de la Palabra de Dios! No se trata de sustituirla por cursos que
enseñen sobre como testificar de la fe, o de cómo tener un hogar feliz.
Estos cursos tienen su
valor, pero al dirigirse con la necesaria brevedad a temas puntuales, solo
abarcan la parte superficial de los temas, En realidad, no existe nada que
pueda sustituir la acción de profundizar en la Biblia, como los excavadores que
penetran en las profundidades de la tierra para encontrar los minerales
`preciosos.
Es necesario aprender
la Palabra de Dios. Grabarla en nuestra mente y en nuestro corazón.
Allí está nuestra mayor
riqueza, las promesas del Señor son tesoros que están a nuestro alcance en todo
momento. No dependen de quienes gobiernen, ni que ninguna bolsa del mundo se
caiga o no.
Dios las puso ahí para
sus hijos, depende de nosotros en ser fieles a Su Palabra y vivirla cada día.
Por eso es tan necesario conocerla y aprenderla.
Levantemos sobre
nuestra vida ese muro de contención y de defensa cada día que nos librara de
aquel que quiera arrebatarnos lo que Dios ya nos dio.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario