miércoles, 7 de agosto de 2024

Un momento... El pecado nos aleja de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

El pecado nos aleja de Dios

 

“Ustedes no tienen razón para sentirse orgullosos. Ya conocen el dicho: «Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.» Así que echen fuera esa vieja levadura que los corrompe, para que sean como el pan hecho de masa nueva. Ustedes son, en realidad, como el pan sin levadura que se come en los días de la Pascua. Porque Cristo, que es el Cordero de nuestra Pascua, fue muerto en sacrificio por nosotros”. (1 Corintios 5. 6 – 7)



Hay un dicho que dice, “Si en un cajón hay una manzana en mal estado, esta echa a perder el resto”. 
Por esta razón debemos estar atentos, a lo que sucede a nuestro alrededor, nadie se embarra todo de golpe, generalmente se va introduciendo en el barro de a poco, primero los tobillos, luego un poco más, después hasta la rodilla, etc.
Con el pecado sucede igual, cuando empezamos a bajar los límites morales, lo malo es cada vez menos malo, y cuando queremos darnos cuenta, a nuestro alrededor está todo inundado de pecado.
Si vemos la sociedad actual, y la comparamos, con la sociedad de hace 30 o 40 años atrás, vemos que hoy es común, lo que en aquella época hubiera escandalizado a la mayoría.
Mirando el caso que estaba tratando el Apóstol Pablo, allí en la iglesia de Corinto, que un miembro de la iglesia tenía a su madrastra como pareja. Pablo les recuerda un dicho que era popular en su época, “Un poco de levadura hace leudar toda la masa”.
Todos conocían como trabajaba la levadura, dado que el pan se hacía en cada casa, así que todos habían visto crecer el bollo de masa delante de ellos.
No sabemos cuál era la causa, porque se aceptaba esta situación allí, hoy algunos dirían, sin razón, claro, es el que ponía el diezmo más grande, era el único músico y no querían perderlo, es medio carnal pero canta bonito, no es muy confiable pero trae mucha gente a la iglesia, seguro que ustedes tienen algún ejemplo más.
Si el liderazgo de la iglesia baja los límites, no puede después, pedirle a la gente, que viva en santidad.
Como dijera Pablo en Romanos 12. 2, “Renueven su pensamiento a través de la Palabra de Dios, porque si cambia su pensamiento, cambiará su forma de vivir”.
Debemos poner la Palabra de Dios en primer lugar, volver a los principios bíblicos, por más que queramos “modernizar la iglesia”, como dicen algunos, la Biblia sigue siendo la misma, y Dios se guía por su Palabra, lo que para Dios es pecado, es pecado para su iglesia.
Debemos sanar la iglesia del Señor y tratar el pecado que se va introduciendo, no hay razón alguna para aceptar el pecado dentro de la iglesia. No perdamos la esencia de la Iglesia, Cristo a dado su vida por cada persona en su ciudad, y ellos necesitan conocer la verdad, no la interpretación mal intencionada de una verdad bíblica, sino la verdad pura de Dios, tal como Él la dio por escrito.
Solo la verdad hace libres a las personas, y solo el arrepentimiento genuino hace que se abran las puertas del perdón de Dios.
El pecado aleja de Dios, mientras que la santidad acerca a Dios, ayudemos a los hermanos a santificar cada día, sus vidas delante del Señor.
Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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