UN
MOMENTO CON DIOS
Aprendiendo
a depender solo de Dios
“Cuando José llegó, corrió a los brazos de su padre y lloró sobre su hombro un largo rato.” (Génesis 46.29)
Hay
momentos en la vida que parece que no llegan nunca, la espera se hace difícil.
Más cuando en el camino de esa espera las situaciones se complican, como en la
historia de José. ¡Todo iba de mal en peor!
Pero
lejos de dudar y perder su fe, como haríamos muchos, José siguió adelante,
confiando, aún en medio de la oscuridad del calabozo de la cárcel donde estaba.
Recién
luego de ese trayecto vino el reconocimiento y el cumplimiento de lo que había
soñado de parte de Dios. Pero todavía faltaba algo importante, el reencuentro
con su padre amado.
“Cuando
José llegó, corrió a los brazos de su padre y lloró sobre su hombro un largo
rato”. Nos podemos imaginar la alegría tan grande que debió sentir José cuando
vio a lo lejos a su padre,
¡Qué
experiencia tan anhelada por Jacob y por José! Estos dos hombres tenían algo en
común habían aprendido a depender de Dios sin importar las circunstancias y
adversidades que habían golpeado sus vidas y estaban recibiendo al mismo tiempo
las bendiciones que llegaron como consecuencia de su perseverancia y su fe.
Al
final esto es lo que cuenta tener una relación personal con Dios y vivir
dependiendo de Él a cada instante.
Porque
la plenitud de nuestra vida llegará cuando tengamos la certeza de que Dios nos
ama y de que estamos parados en el lugar exacto donde Él quiere, haciendo lo
que Él quiere, en sus tiempos y rodeado de las personas que Él así lo quiso.
¡Esta
es la verdadera felicidad! Conocerle y vivir de acuerdo a su Voluntad. Jesús lo
dijo muy claro en el Evangelio de Juan capítulo 17: “Y esta es la vida eterna:
que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado.”
La
manera infalible en la que podemos empezar a conocer a Dios es leyendo su
Palabra con la intención de conocer su corazón, este es un gran inicio.
Empezaremos
a pensar como Él siente respecto a ciertas situaciones, sabremos exactamente
qué parte de
Viviremos
en paz confiado en el Señor al que ahora conocemos, nos sentiremos amado por
Él, aceptaremos más fácil el perdón de nuestros pecados y experimentaremos
libertad en áreas de nuestra vida que estaban atadas por la falta del
conocimiento de Su Verdad.
¡Comencemos
por Su Palabra, comienza por pasar tiempo con Él! Antes de lo que creamos estaremos
cosechando las abundantes, inexplicables y maravillosas bendiciones del Señor
en nuestra vida y la de los que nos rodean.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario