UN
MOMENTO DE DIOS
La
familia el sueño de Dios
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra”. (Génesis 1. 27 – 28)
El
sueño de Dios cuando creó al hombre y la mujer a su imagen y semejanza y les
dio la capacidad de reproducirse en la misma especie, queda absolutamente claro
que es, que ÉL quería tener una familia, una gran familia alrededor de todo el
mundo.
Una
familia comienza por medio del matrimonio de un hombre y una mujer, y comienza
con un sueño, el sueño de amar y ser amado, de vivir una vida juntos, trabajar,
tener hijos, disfrutar de todas las cosas buenas de la vida, enfrentar las
circunstancias de la vida juntos y terminar viejitos amándose y felices.
Este es
el sueño de Dios y es también el sueño de las parejas al comenzar la relación.
Pero
lamentablemente a través de la vida, este sueño enfrenta muchos obstáculos y
muchos se desaniman, no saben cómo superar los obstáculos, y pierden el sueño.
Se dan por vencidos en algún momento de la vida del matrimonio. Y la principal
razón por la que se dan por vencidos y abandonan el sueño que un día los unió,
es porque no saben como manejar los conflictos, no buscan ayuda adecuada a
tiempo y se desesperan.
Como es un sueño primeramente de Dios, ÉL estableció las reglas sobre las
cuales debe funcionar. Y quienes siguen las instrucciones de Dios, alcanzan un
matrimonio saludable y una familia estable y feliz.
Es una
rebeldía tratar de manejar el matrimonio a la manera de cada quién. Dios ya
dejó escrito lo que funciona y como funciona. ÉL nos diseñó y ÉL sabe perfectamente
como funcionamos. Por lo tanto, si queremos que nuestros matrimonios funcionen,
tenemos que hacerlo a la manera de Dios.
Como
todo sueño, para que se haga realidad, debe de tener una Visión, una Misión. La
visión la aporta Dios como diseñador y creador de la raza humana. La misión la
desarrollamos cada pareja, siguiendo la visión de Dios y con una importante
cuota de trabajo, esfuerzo, capacitación y una actitud sabia y correcta.
Todo
sueño pasa pruebas. Y tenemos que entender que esto es normal. Y tenemos que
entender sobre todo que en los tiempos de pruebas es cuando más se deben
unirnos los esposos, orando juntos, asistiendo a
Nunca
permitamos que nada ni nadie nos robe nuestro más preciado sueño, tener una
familia saludable. No permitamos que el orgullo y el egoísmo nos roben el sueño
de disfrutar de una familia estable. Nunca permitamos que el enojo y el
resentimiento destruyan nuestro sueño más preciado. No dejemos que el pasado
destruya este sueño familiar.
Si hemos
perdido fuerzas para luchar por nuestro matrimonio, hoy nos exhortamos a que no
nos rindamos jamás.
Nunca
abandonemos el sueño de Dios y nuestro sueño de tener una familia saludable. Si
hemos flaqueado, levantémonos hoy con nuevas fuerzas, clamemos al Señor por
fortaleza y sabiduría y trabajemos fuerte por la sanidad y restauración total
de nuestro matrimonio y nuestra familia, Dios lo quiere así.
Dios
les bendiga abundantemente.
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