UN MOMENTO CON DIOS
Ser feliz
“Sed afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, daos preferencia unos a otros.” (Romanos 12. 10)
Cuenta una fábula acerca de un
joven huérfano que no tenía familia ni nadie que lo amase. Sintiéndose triste y
solitario, caminaba un día por un prado cuando vio una pequeña mariposa
atrapada en un arbusto espinoso. Cuanto más pugnaba la mariposa por liberarse,
más profundamente se le clavaban las espinas en su frágil cuerpo. El muchacho
liberó con cuidado a la mariposa, pero ella, en lugar de irse volando, se
transformó ante sus ojos en un ángel.
El muchacho se frotó los ojos
sin poder creerlo mientras el ángel decía: - “Por tu maravillosa bondad, haré
lo que me pidas”-. El muchachito pensó por un momento y luego dijo: -“Quiero
ser feliz”-.-“Muy bien”-, le respondió el ángel y luego se inclinó hacia él, le
susurró al oído y desapareció.
Al crecer el pequeño, no hubo
nadie en el país más feliz que él. Cuando la gente le pedía que les dijese el
secreto de su felicidad, solamente sonreía y decía: -"Escuché a un ángel
cuando era niño"-.
En su lecho de muerte, sus
vecinos se reunieron a su alrededor y le pidieron que divulgase el secreto de
su felicidad antes de morir. Finalmente, el anciano les dijo: -"El ángel
me dijo que cualquiera, sin importar lo seguro que pareciese, fuese joven o
viejo, rico o pobre, me necesitaría"-.
Con frecuencia amamos las
cosas y usamos a las personas, cuando en realidad deberíamos usar las cosas y
amar a las personas.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario