UN MOMENTO CON DIOS
Llenos del Espíritu Santo
“No se emborrachen, pues eso lleva al desenfreno; al contrario, llénense del Espíritu Santo. Háblense unos a otros con salmos, himnos y cantos espirituales, y canten y alaben de todo corazón al Señor”. (Efesios 5. 18 – 19)
La vida llena del Espíritu Santo
es una vida que se caracteriza por la alabanza. La presencia de Dios trae al
cristiano un nuevo cántico en su ser, aún en medio de las dificultades y
problemas. La presencia de Dios se acrecienta en nuestras vidas cuando estamos
unidos a Él y mantenemos un constante nivel de alabanza y adoración.
La Biblia nos enseña que,
rodeando el Trono de Dios, hay constante alabanza y adoración. Dios habita en
medio de una atmósfera llena de alabanza y adoración. Eso significa que, si eso
sucede en el cielo, también puede suceder aquí en la tierra, en la vida y
circunstancias de todo aquel que vive en esa dimensión poderosa del Espíritu.
Muchas veces llenamos nuestras
vidas de quejas, lamentos y palabras negativas que sólo conducen a la derrota y
a la incredulidad. Todos podemos mantener el clima de alabanza en nuestras
vidas aún en medio de los tiempos difíciles.
Alabar a Dios es una decisión
de fe que trasciende lo que sintamos o pensemos. Es un ejercicio espiritual que
nos asegura vivir llenos del Señor todo el día.
La llenura del Espíritu Santo
no es un sueño ni algo místico e inalcanzable, sino algo real que se origina
cuando el cristiano obediente empieza su día con un nuevo cántico en su ser, un
cántico de alabanza y adoración. Ese es el lenguaje de todo cristiano lleno del
Espíritu Santo.
Dios les bendiga
abundantemente.
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