UN MOMENTO CON DIOS
La mirada de Dios
“El Señor observa desde el cielo y ve a toda la humanidad; El contempla desde su trono a todos los habitantes de la tierra. Él es quien formó el corazón de todos, y quien conoce a fondo todas sus acciones.” (Salmo 33. 13)
En esta era de tantos avances
en la electrónica, todos sabemos que hay muchos dispositivos que se pueden
ocultar para escuchar clandestinamente.
Se puede espiar la oficina, el
cuarto del hotel o el teléfono de una persona, etc., etc., de tal manera que se
escuchen todas las conversaciones que se lleven a cabo. Esto se logra mediante
micrófonos altamente sensibles que son tan pequeños que se pueden esconder
fácilmente. Los jefes de gobierno, funcionarios públicos y los hombres de
negocios que ocupan posiciones estratégicas constantemente toman precauciones
para evitar ser escuchados secretamente, sobre todo cuando están en un lugar
que no les resulta familiar.
Otro método de vigilancia muy
común en estos tiempos es la grabación de videos con cámaras ocultas, situadas
en lugares estratégicos en tiendas, bancos, edificios del Gobierno, y muchos
otros lugares en los que, por una u otra razón, resultan importantes mantener
una constante observación.
Con frecuencia vemos en la
televisión noticias acerca de delincuentes que han sido capturados, juzgados y
condenados debido a que las imágenes de sus actos criminales fueron grabadas en
un video por una cámara oculta, sin que ellos tuvieran la más mínima idea de
que estaban siendo “observados”.
¡Qué sorpresa cuando, el día
del juicio, a la vista del juez y de todos en la corte se mostraron las
imágenes del momento en que el delito estaba siendo cometido!
El pasaje de hoy dice que Dios
está mirando desde el cielo “a todos los hijos de los hombres.” Dice
que ÉL está atento a todas nuestras obras, es decir Dios está al tanto de todo
lo que hacemos, y conoce los más mínimos detalles de nuestras vidas.
¿Hemos pensado alguna vez que
Dios escucha todo lo que decimos y ve todo lo que hacemos en cada momento del
día? ¿Y que algún día tendremos que dar cuenta ante Él?
Para aquellos que buscan el
rostro del Señor y obedecen Su Palabra éstas son buenas noticias, pues ÉL está
siempre listo para brindarnos Su cuidado y Su protección cuando lo necesitamos.
Sin embargo, para aquellos que
no temen a Dios y no obedecen Su Palabra, ésta es una advertencia de que sus
obras no pasarán desapercibidas a los ojos del Todopoderoso. Dice Proverbios 15.3 "Los
ojos del Señor están en todo lugar, vigilando a los buenos y a los malos.”
El apóstol Pablo escribió en
2 Corintios 5. 10 lo siguiente: “Porque es necesario que todos
nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba
según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”
Cuando llegue ese momento, los
que no creyeron en el Hijo de Dios irán a la eterna condenación, declara Juan 3.
18. Más los que han creído no serán condenados, sino que recibirán
recompensa “según sea su obra”, declaró el Señor en Apocalipsis 22. 12.
Apliquemos esta enseñanza en
nuestro diario vivir, y estemos siempre conscientes de que nada de lo que
hablamos o hacemos es ajeno a Dios, y que de todo tendremos que dar cuenta.
Esto puede ayudarnos a reflexionar cuidadosamente antes de actuar.
Dios les bendiga
abundantemente.
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