Cadadía... Las vasijas y el aceite

 

CADA DÍA CON DIOS

Las vasijas y el aceite

En la vida no es tan importante cuanto tengo, sino que hago con lo que tengo, la Palabra de Dios nos muestra en 2 Reyes 4. 1 – 7 una historia muy interesante de una mujer viuda, tal vez insignificante pero que a través de ella Dios quiere darnos algunas enseñanzas.

Ante todo debemos entender que la deuda que ella tenía no era de la viuda, era del esposo un hijo de profeta alguien que le servía a Dios y que era muy temeroso de Dios pero a pesar de todo eso él estaba endeudado.

Pasos que dio para salir de esa situación.  

 1. Va a la persona indicada: 2 Reyes 4. 1”Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos”  Muchas veces nosotros como cristianos en lugar de acudir a las personas que saben, o que por su compromiso con Dios nos pueden dar esperanza o un buen consejo a la luz de la Palabra, acudimos a personas no creyentes, compañeros del trabajo, vecinas de la casa, cristianos tibios etc. Con esto lo único que logramos es que nos hagan tomar decisiones equivocadas o que duden de nuestro Dios.

2.   Que tienes: 2 Reyes 4. 2 “Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite” Dios quiere hacer fuente de provisión lo que nosotros tenemos, a Moisés le dijo que tienes en la mano, con esa vara que tienes en la mano vas hacer milagros,  Jesús dijo que tienes, unos pocos panes, de eso haré la multiplicación. La mujer dijo no tengo nada, pero después se dio cuenta que tenía un poco de aceite, el cual ella consideraba muy insignificante.

El aceite tiene dos significados:

1. Materialmente: En la antigüedad el aceite era muy valioso, servía para las lámparas, para sanar, para cocinar, para intercambiar cosas, (al igual que con el dinero). Pero ella creía que no tenía nada.

2. Espiritualmente: el aceite significa el Espíritu Santo o Jesucristo. Si en nuestra vida tenemos al Espíritu Santo entonces lo tenemos todo.

Dios quiere bendecirnos con lo que nosotros tenemos, de eso que tenemos es que Dios quiere hacer la fuente de provisión, de ese oficio, de esa profesión, de ese pequeño negocio, no importa cuán pequeño sea lo que tenemos, para Dios es muy valioso. Amemos lo que tenemos. No deseemos lo que tienen los demás, amemos lo que tenemos, la infelicidad comienza cuando empezamos a desear lo ajeno, y a mirar con indiferencia lo que es nuestro.

Obediencia: esta mujer viuda mostro algo muy importante era muy obediente, hizo todo lo que le dijo el profeta, no fue suficiente con soportar la vergüenza que estaba pasando, estuvo dispuesta a soportar otra humillación más, salir a pedir vasijas.

3.  Unidad familiar: 2 Reyes 4. 4 - 5” Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite” La mejor forma de salir de las crisis es cuando hay unidad, la esposa cumple con su compromiso de ser ayuda idónea en las dificultades. Las crisis mal manejadas dividen a las familias, cada uno le echa la culpa al otro.

4.  El límite lo ponemos nosotros: 2 Reyes 4. 6 “Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite” A mas fe mayor milagro, todo depende de cuantas vasijas le mostremos a Dios, cuando decimos no puedo, no soy capaz, eso es imposible le estamos diciendo ya no tengo vasijas y hasta ahí llega la bendición.

Recordemos que era necesario que hubiera vasijas vacías, nuestras manos, nuestro oficio, nuestra profesión pueden ser unas hermosas vasijas vacías que podemos presentárselas a Dios. Para que Él las llene, cuando decimos que es nuestra fuerza, ya están llenas, cuando hay orgullo en nuestro corazón ya están llenas, presentémonos como vasijas vacías.

Dios les bendiga abundantemente.