martes, 2 de noviembre de 2021

Cada día... Compromisos a la ligera.

 


CADA DÍA CON DIOS

Compromisos a la Ligera

 

Las personas triunfadoras son aquellas que han entendido que todo compromiso es importante no importa si lo vemos como algo pequeño o algo grande. 

Antes de tomar cualquier decisión y sobre todo antes de comprometernos con algo debemos pensarlo muy bien. 

Que es lo más importante antes de tomar cualquier decisión. 

1. Investiguemos muy bien lo sobre lo que nos queremos comprometer. 

1.1. Si no estamos seguro consultemos a quienes tienen más conocimiento o más experiencia que nosotros.  

2. Miremos muy bien si estamos en condiciones de comprometernos. Lucas 14. 28 “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Muchas personas se comprometen sin tener la capacidad de cumplir y se meten en problemas. 

No solo es importante saber qué es lo que queremos, también es importante saber cómo vamos a conseguir lo que queremos. 

El rey Josafat se comprometió a pelear una batalla que no era de él, en muchas ocasiones primero lo consultaba, pero en esta ocasión no lo hizo. V 7 “Y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá: El rey de Moab se ha rebelado contra mí: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Iré, porque yo soy como tú; mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como los tuyos. 

Que puede suceder cuando nos comprometemos a la ligera. 

1. Tomamos caminos equivocados. 2 Reyes 3. 8 “Y dijo: ¿Por qué camino iremos? Y él respondió: Por el camino del desierto de Edom.” Para conseguir nuestros propósitos solo hay dos caminos uno que nos lleva al fracaso y que posiblemente sea fácil y otro que nos lleva al triunfo y que tal vez lo rechazamos porque nos parece difícil. 

2. Las cosas nos pueden salir mal. 2 Reyes 3. 9 “Salieron, pues, el rey de Israel, el rey de Judá, y el rey de Edom; y como anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, les faltó agua para el ejército, y para las bestias que los seguían.” El problema de muchos de nosotros es que buscamos la ayuda de Dios ya cuando estamos metidos en problemas. 2 Reyes 3. 11 “Mas Josafat dijo: ¿No hay aquí profeta de Jehová, para que consultemos a Jehová por medio de él? Y uno de los siervos del rey de Israel respondió y dijo: Aquí está Eliseo hijo de Safat, que servía a Elías”  

Muchos cristianos tienen la costumbre de primero meterse en el negocio que anhelan, se casan o compran lo que querían y después oran para que Dios bendiga lo que hicieron en lugar de primero orar parea ver si lo que van hacer tiene el aval de Dios. 

Cuando oramos o nos congregamos debemos buscar una Palabra de Dios que nos diga cómo debemos actuar. 2 Reyes 3. 12 “Y Josafat dijo: Este tendrá palabra de Jehová. Y descendieron a él el rey de Israel, y Josafat, y el rey de Edom” Muchos cristianos andan de iglesia en iglesia y de evento en evento buscando un milagro, lo que deberíamos buscar es una palabra de parte de Dios que nos muestre que hacer. 

Que nos impide consultar a Dios o a cualquier persona que nos puede ayudar. 

1. Creer que lo sabemos todo. 1 Corintios 8. 2 “Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.” El creer que todo lo sabemos nos estanca. 

2. No queremos escuchar algo contrario a lo que anhelamos escuchar. 2 Timoteo 4. 3 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias” La terquedad nos lleva a engañarnos a nosotros mismos. 

3. El Orgullo.  Proverbios 29. 23 “La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra” Las personas orgullosas no piden ayuda, creen que eso es rebajarse. 

4. La Impaciencia. Hoy en día vivimos en el tiempo de la impaciencia, todo lo queremos de manera inmediata y esto genera ansiedad y estrés. Lo único que nos ayuda a escuchar y consultar a Dios es si tenemos paciencia y el único que nos puede llenar de paciencia es el Espíritu Santo.  Gálatas 5. 22 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,”  

El actuar a la ligera nos mete en problemas que posiblemente no podemos resolver, no creamos que todo lo sabemos, consultemos bien antes de tomar cualquier decisión. 

Dios les bendiga abundantemente.

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