jueves, 28 de noviembre de 2019

Tiempo... Génesis 31. 4 - 7



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía, para que vinieran al campo donde estaba él con sus ovejas, y les dijo: Me he dado cuenta de que el padre de ustedes ya no me trata igual que antes; pero el Dios de mi padre siempre me ha acompañado. 
Ustedes saben muy bien que yo he trabajado para su padre lo mejor que he podido, y que él me ha engañado y continuamente me ha cambiado el salario. Sin embargo, Dios no le ha dejado hacerme ningún mal.”  Génesis 31. 4 - 7

Jacob llegó a un punto que tuvo que decir hasta aquí, tomó a sus mujeres y a sus hijos y se volvió a su casa, así muestra su descontento y explica el motivo de su salida: “No obstante vuestro padre me ha engañado, y ha cambiado mi salario 10 veces; Dios, sin embargo, no le ha permitido perjudicarme.” 
Labán había engañado muchas veces a Jacob, Jacob estaba harto, pero sabía que por encima de lo que Labán o cualquier hombre pudiese hacer, por encima de cualquier circunstancia Dios estaba con él y nada malo podía pasarle.
Quizás hemos pasado situaciones en que sabemos que nos están perjudicando y podamos sentirnos tal y como Jacob se sintió, que están siendo injustos con nosotros, pero por encima de esas circunstancias, por encima de la injusticia Dios no permitirá que seamos perjudicados.
El salmista expresa esta seguridad “aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón, aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado”. Confiados en Dios, “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” No importa cuán grande sea la situación al igual que Moisés dijo nosotros también podemos decir “El Señor es mi Estandarte”.
Tenemos a nuestro lado a aquel sobre quien podemos descansar y protegernos “El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. Diré yo al Señor: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios en quien confío.”  ¡Qué privilegio vivir bajo sus alas y descansar en Él!
Ciertamente Dios no se olvidará de ninguno de sus hijos porque “no os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombre; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soporta, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.” 
No durará para siempre esta situación, Dios nos sacará y como a Jacob nos guardará de ser perjudicados.
Vivamos confiados que Dios nos guardará de cualquier perjuicio que pueda venir.
Dios les bendiga abundantemente.

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