TIEMPO DE REFLEXIÓN
¿Cuánto quieres que te
pague? insistió Labán. No me pagues nada, respondió Jacob. Volveré a cuidar tus
ovejas, si aceptas lo que te voy a proponer: déjame pasar hoy por entre tu
rebaño, para apartar todos los corderitos negros y todos los cabritos manchados
y moteados.
Ellos serán mi salario. Así, cuando más adelante vengas a ver
lo que he ganado, tendrás la prueba de mi honradez: pues si en mi rebaño hay
cabras que no sean manchadas o moteadas, o corderos que no sean negros, será
que te los he robado”.
Génesis 30. 31 – 33.
Jacob le pide a su suegro
marcharse y le pide su salario para proveer para su casa y Jacob propone lo
siguiente "Mi honradez responderá por mí el día de mañana, cuando
vengas a ver acerca de mi salario… … Y Labán dijo: Muy bien, sea conforme a tu
palabra.” Sin ninguna duda Jacob había vivido una vida que hacía que Labán
confiara en él, una vida honrada ante su suegro.
Cada uno de los que somos
cristianos debiéramos ser personas como Jacob. En el tiempo de crisis económica
en que vivimos es donde más se nota la honradez o la falta de ella. Nunca un
cristiano debiera ser visto defraudando al estado, intentando ahorrarse
impuestos de maneras ilícitas, engañando con posibles enfermedades en busca de
pagas del estado o simplemente quedándose un dinero que no es suyo, sea en el
cambio en una compra o encontrándose una cartera por la calle.
La falta de honradez no es
otra cosa que desconfianza de Dios. Acaso Dios no dice “Mirad las aves del
cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo,
vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que
ellas?”.
Las ganancias ilícitas es un
símbolo de desconfianza de Aquel que ha prometido cuidarnos y sostenernos. La
falta de honradez es un símbolo de amor al dinero, algo que la Biblia
claramente condena.
Dios nos ayude a confiar en
Él y apartarnos de las malas prácticas del dinero ilícito, y si no estamos en
esa situación, pidamos a Dios que nos ayude a seguir lejos de ello.
Dios les bendiga
abundantemente.
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